Si las elecciones de 2024 resultan ser una revancha de las del 2020 entre el ahora Presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, algo que la mayoría de los estadounidenses no quisieran pero que parece cada vez más probable, Biden tiene las mejores posibilidades de ganar.
Es cierto que Biden es un pésimo orador, comete errores frecuentes y tendría 82 años en su primer año en el cargo. Pero también es cierto que a Biden le ha ido bastante bien últimamente, y que puede estar en una posición aún mejor el próximo año.
Ya se trate de la bolsa de Wall Street, la innovación tecnológica, la tasa de desempleo, la recuperación post-pandemia, la defensa de los derechos civiles, la lucha contra el cambio climático o la política exterior, Estados Unidos está mucho mejor de lo que estaba cuando Trump dejó el cargo.
Cuando Trump dejó la Casa Blanca, había amenazado con retirarse de la alianza militar de la OTAN, se abrazaba con el dictador de Rusia, y los lazos entre Estados Unidos y Europa estaban en su peor momento. Biden no sólo ha reconstruido la alianza atlántica, sino que ha forjado un frente pro-occidental mucho más amplio desde la invasión rusa de Ucrania.
Además de restablecer las buenas relaciones con Europa, Biden ha logrado agregar a Japón, Suiza, Finlandia, Suecia y varios otros países previamente neutrales o no comprometidos al frente anti-ruso.
Incluso Turquía parece estar girando hacia occidente, tras su solicitud de ingreso a la Unión Europea y su visto bueno a la entrada de Suecia a la OTAN.
Si uno mira el mundo en términos de alianzas, en lugar de países, Estados Unidos hoy lidera la alianza más fuerte que ha capitaneado en muchas décadas.
Mientras tanto, China y Rusia están sufriendo crecientes problemas económicos de largo plazo. China ha visto caer su economía de tasas anuales del 10 por ciento en las últimas décadas a un 5,2 por ciento este año, y su población está envejeciendo rápidamente.
La economía de Rusia se está pinchando por todos lados después de la desastrosa invasión rusa de Ucrania. El otrora poderoso dictador ruso Vladimir Putin está debilitado por sus derrotas en el campo de batalla y una reciente rebelión de sus propios mercenarios.
Es cierto que Estados Unidos podría entrar en una recesión post-pandemia, pero la mayoría de los economistas coinciden en que será más leve de lo que se temía. La inflación está bajando y se pronostica que los aumentos de las tasas de interés caigan a principios del próximo año, reactivando la economía antes de las elecciones de noviembre de 2024.
La revolución tecnológica más importante del mundo, la aparición de ChatGPT y otros chatbots impulsados por inteligencia artificial, está teniendo lugar en Estados Unidos.
El desempleo se mantiene en 3,6 por ciento, una de sus tasas más bajas en décadas. El índice Dow Jones de la bolsa estadounidense ha subido un 16 por ciento este año, a más de 35.200 mientras escribo estas líneas. Estaba en 30.900 cuando Trump dejó el poder en 2021.
Y, en cuanto al mapa electoral, las gigantescas leyes de infraestructura y cambio climático de Biden están comenzando a producir grandes inversiones privadas en energías limpias y chips de computadoras en estados bisagra, como Arizona y Georgia.
Tan sólo Arizona obtendrá $69 mil millones en nuevas inversiones, dice la Casa Blanca. “Biden ha presidido una explosión de la construcción manufacturera, incluso en todos los estados republicanos”, escribió el columnista del Washington Post, Greg Sargent.
Sin duda, la edad de Biden será un tema en 2024. Trump trataría de retratarlo como un anciano senil, pero el problema es que Trump también tendría 78 años si resulta electo. Y los demócratas tendrían muchos videos para tratar de pintar a Trump como un demente, como cuando sugirió inyectar con un desinfectante a los contagiados con Covid-19.
Muchos votantes también lo pensarán dos veces antes de votar por Trump, porque sería un presidente “part-time”: tendría que pasar una buena parte de su tiempo compareciendo ante varios tribunales por las múltiples acusaciones penales en su contra.
Según una nueva encuesta de Quinnipiac, Biden le está ganando a Trump por un 49 por ciento contra un 45 por ciento. Todavía pueden pasar muchas cosas, pero salvo un problema de salud de Biden, no me sorprendería si esa brecha se amplía aún más a favor del actual presidente.