La verdad, impresiona.
En estas épocas de campaña en México siempre queremos saber cómo cada uno de los candidatos o precandidatos intentará convencer a los ciudadanos para que voten por ellos.
Esta, la que se ha calificado como “La madre de todas las elecciones” por el gran número de puestos que se disputarán el 2 de junio, tiene características como ninguna otra, además de la multitud de aspirantes, pero lo que sí parece inédito es cómo los periodos destinados a las diferentes fases del proceso electoral se han transformado o deformado:
Se llevó a cabo una precampaña que no era precampaña porque no estaba dentro de los tiempos que marca la ley electoral de México.
A excepción de Movimiento Ciudadano, tanto las alianzas de Morena, PT y Verde, así como la de PRI, PAN y PRD buscaron elegir a un “coordinador”.
Ahora que realmente se dan los tiempos legalmente establecidos para las precampañas, o sea el equivalente a las primarias en otros países, entre ellos Estados Unidos, en el que los aspirantes presidenciales se disputan la preferencia de los integrantes de su partido, los candidatos ya están definidos.
Es decir, una precampaña formal, que no tiene contendientes para hacer precampaña, valga la reiteración de palabras y que ya se sabe quién será inexorablemente el triunfador en cada uno de los frentes porque no hay contendientes.
Los spots de precampaña, que deberían estar dirigidos a los integrantes de cada uno de los integrantes, militantes o activistas de cada una de las coaliciones o partidos, en realidad son recibidos por toda la ciudadanía, sin distinción y sin importar sus personales preferencias políticas.
En el caso de la frontera de Texas con México, como seguramente ocurre con la de Arizona, Nuevo México y California, la recepción de las señales radiofónicas de las ciudades fronterizas mexicanas, quiérase o no, invaden territorio estadounidense donde son, también, recibidos los anuncios propagandísticos partidistas entre el hastío e incomprensión de quienes seleccionan las frecuencias mexicanas para estar informados con lo que ocurrió en el vecino país.
Pero mejor armarse de paciencia porque después de las precampañas entran las campañas en pos de la presidencia de México a la que se sumarán, las de todos los niveles, como en el caso de Tamaulipas, donde también se diputarán presidencias municipales y diputaciones locales, además, claro, de las diputaciones federales y senadurías.
Eso culminará tres días antes del día de la elección, el dos de junio.
Pero si se toma en cuenta que a partir de unos meses también estarán en campaña de los Estados Unidos por la Presidencia y el Congreso, mínimamente, podemos afirmar que la frontera del sur de los Estados Unidos será la que más esté bombardeada por los promocionales políticos de radio y televisión. Por el norte y por el sur.
Sin contar con las “benditas” redes sociales.
De los espectaculares, banderines, folletos y volantes después hablamos.
Prepárense. Si es que eso es posible.
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