Javier Palomarez, U.S. Hispanic Business Council
Como presidente y director ejecutivo del United States Hispanic Business Council (USHBC), me enorgullece velar por los intereses de 4.5 millones de empresas propiedad de hispanos en este país, que juntas aportan más de $800 mil millones a nuestra economía cada año. Un propulsor importante de este aporte son los viajes aéreos de bajo costo entre las principales ciudades de Estados Unidos y México, el mayor socio comercial de este país.
La decisión reciente del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT por su sigla en inglés) de posiblemente cancelar la aprobación del Acuerdo Conjunto de Cooperación (Joint Cooperation Agreement o JCA) entre Delta Air Lines y Aeroméxico amenaza con limitar este acceso. Si se cancela el JCA, existe el peligro de que se cancelen casi dos docenas de rutas entre Estados Unidos y México, lo que limitaría opciones de viaje que son cruciales para los propietarios de negocios, empresarios y familias.
La alianza estratégica entre las dos aerolíneas ha pasado a ser un elemento de negociación en una disputa diplomática sin relación en curso entre Estados Unidos y México. Suspender la aprobación del JCA tendría un impacto negativo en el intercambio comercial entre Estados Unidos y México, lo que haría peligrar empleos y la solidez económica.
Desde 2017, la alianza entre Delta y Aeroméxico ha sido decisiva para impulsar el crecimiento económico y generar oportunidades en ambos lados de la frontera. Las rutas ofrecidas por el JCA han beneficiado a más de 28 millones de pasajeros en seis años, generado empleo y creado oportunidades muy necesarias para millones de pequeñas empresas.
Estos vuelos en peligro representan aproximadamente 1.8 millones de asientos en rutas transfronterizas de ida y vuelta cada año. Su total eliminación podría resultar en pérdidas para el consumidor de aproximadamente $800 millones anuales en sectores como el hospitalario, turístico y de servicios alimentarios, entre otros, lo que pondría en peligro miles de empresas y empleos. Además, dada la mayor demanda y menor competencia, los consumidores en ambos lados de la frontera podrían terminan pagando más por pasajes.
México es nuestro principal socio comercial en este momento y supera a China por primera vez en dos décadas. Con la mayor interconexión y colaboración entre Estados Unidos y México, el gobierno no debe limitar el intercambio comercial, social y cultural. Hacer caso omiso de las consecuencias de acabar con esta alianza perjudicaría a empresas y residentes en todo el país que dependen del transporte eficiente y económico entre las dos naciones.
Además, ya que empresas estadounidenses continúan recurriendo a cadenas de suministro cercanas en México en vez de Asia Oriental, nuestra dependencia de transporte aéreo eficiente y cooperativo aumentará exponencialmente.
México crea productos y materiales que las empresas estadounidenses necesitan, particularmente en mi comunidad, el sur de Texas, donde las operaciones de producción industrial trasfronteriza están cada vez más integradas.
Eliminar esta empresa conjunta quebrantaría la relación económica de nuestro país con el vecino al sur en un momento en que la coordinación transfronteriza en intercambio comercial legal y migración es más importante que nunca.
Es imperativo que el DOT reconsidere su decisión de suspender la aprobación del JCA, que beneficia a millones de viajeros, propietarios de empresas y consumidores tanto en Estados Unidos como México.
En vez de sancionar a la comunidad empresarial –en particular, la hispana– el gobierno del presidente Biden debe explorar otras opciones para resolver esta disputa diplomática con México, entre ellas tomar otras medidas normativas para velar por el cumplimiento del acuerdo de servicios aéreos entre Estados Unidos y México.
Dar prioridad a la solidez económica y prosperidad de nuestro país, y a la vez conservar los lazos cruciales que facilitan el comercio trasfronterizo debe ser una prioridad primordial para el gobierno del presidente Biden. Esperamos que el DOT reconozca que hacer peligrar estos vuelos con su cancelación obstaculizaría mucho nuestro objetivo común de empoderar las pequeñas empresas de Estados Unidos para que crezcan y prosperen.