Para La Red Hispana
A 12 años de ser beneficiario del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia DACA, el soñador Osman López no tiene la menor duda: DACA le cambió la vida.
Aún recuerda aquella tarde del 15 de junio de 2012 cuando un amigo le llamó con urgencia para que prendiera la televisión: el presidente Barack Obama estaba anunciando DACA. “Es uno de esos momentos que te cambian la vida. Un antes y un después.”, me cuenta.
A sus 21 años, Osmán estaba alistándose para salir a su trabajo en un restaurante de comida italiana, donde obtenía el ingreso necesario para costearse sus clases en un colegio comunitario de Miami. Inelegible para ayuda financiera del gobierno, Osmán necesitó más de una década para graduarse.
“DACA me abrió una puerta que había estado cerrada. La gente alrededor mío continuaba su vida normal y yo me topaba con un muro. Sin DACA no hubiera terminado la universidad, obtenido oportunidades y viajado a Washington DC donde ahora trabajo. Sin DACA, mi vida estaba estancada y sin futuro”, reflexiona.
Tras recibir DACA, Osmán recibió una merecida oferta de empleo en HCN/La Red Hispana en Washington DC, donde hizo sus prácticas de becario. Todos los días produce contenido multimedia educativo dirigido a la comunidad hispanoparlante de los Estados Unidos. Osmán es mi amigo y compañero de trabajo.
Pero a 12 años de distancia no se ha podido desprender de un sabor amargo en sus reflexiones. Se suponía que DACA era de corta duración, un primer paso en la lucha por una solución de largo plazo, que permitiera a cientos de miles de talentosos jóvenes, que llegaron sin documentos siendo niños, una ruta a la legalización.
“No debemos perder de vista que, a 12 años de distancia, todavía hay muchas personas que estamos esperando esa solución permanente que nos permita vivir una vida sin incertidumbre. DACA nos ha ayudado mucho, nos ha abierto puertas, pero tenemos las manos atadas para cumplir nuestro sueño americano”, opina.
En coincidencia con el 12 aniversario del programa, el presidente Joe Biden anunció en la Casa Blanca que los beneficiarios de DACA podrán solicitar exenciones que les facilitaría la obtención de visas temporales como las visas H1-B para trabajadores altamente calificados y se abrirán las puertas a nuevos solicitantes.
Biden también permitirá una ruta a la legalización a alrededor de medio millón de indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses, los cuales no tendrán que salir del país para regularizar su estatus si han vivido más de 10 años en Estados Unidos.
Al igual que DACA en 2012, la nueva propuesta de alivio migratorio del presidente Biden, coincide con un año electoral, y ese contexto no pasa desapercibido para todos aquellos que se benefician de las decisiones políticas en Washington.
“Entendemos que somos fichas de un juego político. Ojalá el Congreso actúe ya para legalizarse. Pero mientras seguiremos en la lucha por una solución permanente. Estoy muy orgulloso de lo que hemos logrado. Es el momento de que el país, al que tanto hemos contribuido, lo reconozca. Nuestro sueño aún no se hace realidad”.