WASHINGTON — El 1 de junio comenzó oficialmente la temporada de huracanes del Atlántico y termina el 30 de noviembre. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA, pro sus siglas en inglés) llama al público a prepararse ahora para los desastres naturales a fin de colaborar con la labor de recuperación.
“La respuesta de la EPA a los desastres naturales es una de las numerosas maneras en que protegemos la salud humana y el medio ambiente”, señaló Andrew Wheeler, administrador de la EPA. “Queremos informar al público sobre la manera en que es posible prepararse para la temporada de huracanes y ayudar a proteger sus comunidades, el medio ambiente y colaborar con los socorristas al mitigar los residuos peligrosos y asegurar escombros potencialmente dañinos antes de que lleguen las tormentas.”
La administración de los escombros y residuos domésticos peligrosos siempre es una misión difícil durante los desastres naturales y tiene un gran impacto en la seguridad pública. Basándonos en las respuestas en 2017 y 2018 a los huracanes Harvey, Irma, María y Florence, los socorristas de la EPA estuvieron presentes en terreno durante el periodo posterior a los huracanes y gestionaron una enorme cantidad de residuos como parte de la labor de recuperación, como:
•Alrededor de 470,100 contenedores (tambores, contenedores de petróleo, tanques de propano) recuperados.
•Aproximadamente 2,900 embarcaciones recuperadas o cerradas.
Los residentes pueden ayudar a proteger a sus comunidades, al medio ambiente, y colaborar con el personal esmerado que responde a los huracanes a fin de ayudar a las comunidades a recuperarse verificando que los artículos como tanques de propano y latas de pintura estén asegurados antes de un huracán.
A modo de recordatorio, los operadores de instalaciones tienen ciertos requisitos que implican prevenir, minimizar y reportar emanaciones de sustancias químicas. Los operadores de instalaciones tienen la obligación de operar la sede de manera segura, minimizar las emanaciones que ocurran y reportar las emanaciones de sustancias químicas de forma oportuna.
A diferencia de algunos desastres naturales, el inicio de un huracán es predecible y permite hacer ciertos preparativos para reducir su efecto en las instalaciones. Antes de que los vientos con fuerza huracanada y las inundaciones relacionadas con los desbordes causados por las tormentas dañen los procesos industriales, los operadores pueden tomar medidas preventivas apagando los procesos de manera segura, poniendo los agentes químicos peligrosos en lugares seguros de almacenamiento, u operando de otro modo seguro siguiendo procedimientos adecuados de emergencia. Si efectivamente ocurre una emanación de sustancias químicas, los operadores deben notificar a las autoridades respectivas de inmediato para que pueda llevarse a cabo una respuesta adecuada.
El 4 de junio de 2019, la EPA y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) anunciaron un Memorándum de Entendimiento (MOU) que simplifica la coordinación entre los programas de FEMA y del Fondo Estatal Rotativo (SRF) de la EPA a fin de que sea posible aportar fondos y restaurar la infraestructura vital de agua lo más rápidamente que sea posible en un periodo de desastre. En situaciones de desastre donde escasean las reservas de dinero, el MOU de la EPA y FEMA aporta a una tribu o a un gobierno local acceso a un préstamo sin intereses o con bajos intereses gracias a su SRF para ayudar a financiar la restauración inmediata de la infraestructura vital de agua potable y aguas residuales.
Como parte de su misión, la EPA es responsable de responder a los desastres naturales; las emanaciones de sustancias químicas, biológicas y radiológicas; los derrames de petróleo y las emergencias nacionales importantes. La EPA se asocia con otras agencias federales y gobiernos estatales, tribales y locales para responder a los riesgos para el ambiente y la salud humana relacionados con los huracanes y otros desastres naturales.