Por José Luis B Garza
Durante los últimos meses el mundo entero ha vivido una situación sin precedentes para la actual generación, enfrentado a una pandemia que registra ya millones de personas infectadas y, desafortunadamente, cientos de miles de fallecidos que han sucumbido a la propagación del Covid 19.
Los efectos en lo económico han sido más que palpables y el enorme dilema de reintegrarse a la actividad económica con el riesgo de contagio ha sido tema que ha llegado a confrontar opiniones, provocando enfrentamientos que se han transformado, inclusive, en enfrentamientos de tipo político.
Pero se está ante un nuevo reto, dentro del ya crítico escenario que se confronta prácticamente en todos los países, del que la frontera de Tamaulipas con Texas obviamente no se encuentra exenta.
Este lunes 24 de agosto, coincidentemente, dan inicio formalmente las clases tanto en México como en gran parte de estados de los Estados Unidos, con Texas incluido.
Aunque los escenarios tienen variantes, el problema esencial es el mismo para los estudiantes, sobre todo los de preprimaria, primaria y secundaria: la falta, que por su edad requieren, de una persona integrante de la familia o de alguien confiable y disponible para atenderlos, lo que no siempre es posible por múltiples circunstancias.
Ahora bien, aunque se cuente con una persona confiable, no siempre la misma estará en condiciones de servir de orientador o mentor para los menores, que tendrán que tomar, con diversas modalidades, clases a distancia.
En el caso de México, donde los recursos computacionales no se encuentran al alcance de toda la población, se optó por dar clases a través de la televisión, asignándose horarios especiales para los diferentes niveles y materias, que implica un trabajo de organización educativa en el seno familiar que no siempre se está en disposición de lograrse. Sin embargo, es una solución en razón de los recursos con los que en un momento se puede contar.
La Secretaría de Educación Pública tiene ya desarrollados programas para impartir cursos a distancia, siendo el más conocido el de las llamadas tele secundarias.
La inesperada crisis que se vive ha obligado a reinventarse y a ser creativos obligadamente.
No se tienen todas las respuestas y soluciones y, de hecho, no se podrán tener dadas las circunstancias especiales que se viven que obligan a preservar antes que nada la salud ante la implacable proliferación del letal virus.
Qué papel juegan los maestros y las autoridades docentes en este nuevo proceso y qué nuevas aportaciones tendrán que hacer para dar continuidad al proceso educativo, es algo de lo que sin duda se irá dejando diaria constancia donde su vocación, talento y capacidad de reinventarse es un reto obligado. Muchas respuestas se tendrán que dar sobre la marcha.
Lo cierto es que cuando la pandemia deje de hacer sentir sus actuales efectos y se esté en condiciones de retomar las clases en forma presencial, las nuevas concepciones educativas y el uso de la tecnología habrán influido en el proceso educativo de tal forma que muy probablemente la enseñanza oficial será en el futuro muy diferente a la que conocimos. Aun sin Covid 19 las cosas no serán igual y se estaría ante la llamada nueva normalidad, que adoptará modalidades especiales dependiendo del país e, inclusive, de la región de que se trate.
Los siguientes días será muy reveladores sobre este tema.