Por Enrique Kogan
Durante mi recorrido por el auto show de Detroit, me percaté de algo raro, una automotriz China estaba en el salón principal, algo nunca visto, y con todo un equipo de gente muy amable para responder a cualquier pregunta.
Pero con la administración Trump cortando casi todos los caminos a nuevas importaciones de autos, el camino hacia Estados Unidos se le hará áspero a la automotriz china, pero no imposible.
Con el mercado de los SUV’s más caliente que Jennifer López, estos modelos chinos fabricados bajo la marca “Trumpchi”, podrían tener entrada a las costas estadounidenses el próximo año.
Y si hablamos de calidad, la calidad de sus modelos es muy alta, ya que Trumpchi obtuvo el puntaje más alto entre todas las marcas de automóviles chinas en el estudio del 2016 de J.D. Power en China, sobre la calidad inicial del vehículo.
Además, Trumpchi fue la marca de automóviles de mayor crecimiento de China en el 2016, con ventas que superaron los 370.000, más del triple del año anterior.
El modelo de SUV más vendido de GAC es el Trumpchi GS4 que trae motores de gasolina de 1,3 y 1,5 litros.
Y según fuentes de la automotriz China, el GS4 se podría vender a un 30% más barato que el RAV4 y el Honda CRV, lo que en algunos casos arrasaría con el mercado hispano, ávido de estos vehículos.
Todo luce bien hasta que llegamos al nombre del vehículo, ya que Guangzhou Automotive Corporation (GAC), no ofrece datos de como salió el nombre Trumpchi.
Algunos dicen que salen de marcas exitosas cómo, sí ya sabemos, Trump, y de la inglesa Triumph. Pero los chinos lo niegan.
Los directivos de GAC dicen que no hay conexión con el presidente Donald Trump, ya que el modelo data de hace mucho tiempo, antes de que Trump tuviera esta imagen mundial. Además ningún Chino sabía de él.
GAC, es una empresa estatal china propiedad de la ciudad de Guangzhou, la que creó el nombre Trumpchi en 2010. En ese momento, GAC no hizo muchos de sus propios modelos de vehículos, ya que construía los Odysseys y Camrys a través de empresas conjuntas con Honda y Toyota.
Con todo este ruido, la automotriz China se siente presionada por los medios de comunicación y sus ejecutivos están convocando reuniones en vísperas del Año Nuevo Chino, para decidir qué hacer con el nombre Trumpchi.
Pero, como está pasando ahora, el Presidente Trump pudiera encontrarle la vuelta a los chinos, y hacer que los Trumpchis sean construidos en América por los trabajadores estadounidenses. ¿Qué mejor solución para el nombre de Trump, o no?
