La nueva alianza contra el calentamiento global

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Andres Oppenheimer
Andres Oppenheimer

Por Andrés Oppenheimer

Cuando entrevisté al presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Peter Thomson, y le pregunté sobre la reciente decisión del presidente Trump de retirarse del Acuerdo de París sobre el cambio climático, pensé que respondería con una colérica condena de la decisión estadounidense.

Después de todo, los expertos de las Naciones Unidas han calificado la retirada de Trump del acuerdo de 195 países como una decisión potencialmente catastrófica para los esfuerzos mundiales de reducir el calentamiento global. Y el propio Thomson es un diplomático de Fiji, un país del Pacífico compuesto por 333 islas, algunas de las cuales ya están amenazadas por la subida del nivel del mar.

Sin embargo, para mi gran sorpresa, Thomson me dijo que no estaba perdiendo el sueño por la decisión de Trump, que ha sido criticada por gobiernos de todo el mundo.

“Tal vez el impacto ha sido, en muchos aspectos, más positivo que negativo”, me dijo Thomson. “Creo que ha habido en todo el mundo un aumento del convencimiento sobre la necesidad de acción climática. La gente que estaba sentada en los márgenes se ha dado cuenta que tiene que unirse a la gran mayoría del mundo en la adopción de medidas climáticas”.

Thomson dijo que notó esa tendencia durante la Conferencia de los Oceános del 5 al 9 de junio, pocos días después de la decisión de Trump. En esa reunión, dijo, hubo una “oleada” de apoyo a la acción contra el cambio climático, que incluyó “un aporte muy grande de la sociedad civil, estados y ciudades de Estados Unidos”.

“¿No está tratando de ponerle buena cara al mal tiempo?”, le pregunté. Thomson respondió que no.

“Creo que lo que estás viendo desde Europa a China y en el mundo en desarrollo, de hecho en todas partes, es que la gente está diciendo: ‘Oye, esto sólo nos hará más fuertes’ “, dijo. “Hay, evidentemente, un tema de financiación en términos de los fondos para la acción climática, pero… les recuerdo que los mayores inversionistas en energías renovables son inversionistas estadounidenses”.

Explicó que “la energía renovable tiene sentido desde el punto de vista económico. La transición de la era del petróleo a la de la energía renovable está en marcha. Hemos pasado el punto de inflexión en eso, y las empresas estadounidenses lo saben”.

Al preguntársele sobre casos concretos de avance en la lucha contra el calentamiento global, Thomson citó las alianzas de la ONU con celebridades como el multimillonario Richard Branson y el príncipe Alberto de Mónaco para pedir a los gobiernos que protejan el 30 por ciento de sus océanos para 2030. Ya existe un plan de la ONU para proteger el 10 por ciento de los océanos para 2020. “Creo que eso va a ser lograble”, dijo.

Thomson dijo, que además de las acciones de los gobiernos, es crucial que todas las personas empiecen a usar fuentes de energía limpia, dejen de comer pescados de especies en peligro, como ciertos tipos de atunes, y no usen bolsas de plástico que no sean reutilizables.

“Para el año 2050, habrá más plástico que peces en el océano”, dijo. “Y todo ese plástico que entra al océano va a terminar dentro de nuestros cuerpos” porque es comido por pequeños organismos marinos, que a su vez son comidos por peces más grandes, explicó.

Mi opinión: Después de hablar con Thomson y ver los resultados de la reunión del 20 de junio sobre el cambio climático en París, a la que asistieron líderes mundiales y los gobernadores de estados clave como California, estoy un poco más optimista que antes de que la disparatada decisión de Trump de retirarse del Acuerdo de París será eclipsada por fuerzas más responsables.

Los gobernadores de California, Nueva York, el estado de Washington y muchas grandes ciudades estadounidenses ya han creado una “alianza climática” para cumplir, y con frecuencia exceder, las metas del Acuerdo Climático de París.

Y las principales empresas de tecnología de EE.UU. se están uniendo a ese movimiento, lo que podría terminar minimizando el impacto dañino de la estupidez cometida por Trump al salirse del acuerdo climático. Puede que el planeta no se derrita por ahora, a pesar de Trump.