Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- Con solo seis partidos por delante, Los Angeles Lakers están fuera del play-in. Todavía sin LeBron James y Anthony Davis, el conjunto angelino perdió ante los Utah Jazz (122-109) y el viernes disputará un duelo a vida o muerte contra los New Orleans Pelicans (novenos en el Oeste).
Con cada vez menos balas en el cargador, los Lakers sumaron su cuarta derrota seguida para empeorar aún más su espantoso balance tras el All-Star (4 partidos ganados y 14 perdidos).
Donovan Mitchell (29 puntos y 7 asistencias) y Rudy Gobert (25 puntos y 17 rebotes) fueron los verdugos de los Lakers e impulsaron a unos Jazz en los que el español Juancho Hernangómez volvió a jugar un buen partido (9 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias en 19 minutos).
Russell Westbrook (24 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias) y Dwight Howard (21 puntos y 10 rebotes) fueron los mejores de los angelinos.
Los Lakers son undécimos en el Oeste (31-45) porque en el desempate le superan los San Antonio Spurs con el mismo balance.
El viernes se medirán en casa a los Pelicans, novenos con 33-43, y para ese partido trascendental es posible que estén de vuelta LeBron y Davis.
RESISTENCIA INSUFICIENTE
Tras su dolorosa derrota ante Los Angeles Clippers del martes, donde desperdiciaron una ventaja de 16 puntos a falta de 9 minutos, los Jazz salieron con la lección aprendida y golpearon desde el principio con los triples de Donovan Mitchell y el poderío de Rudy Gobert en el interior (14-4 con 8.41 por jugarse).
A diferencia de otros encuentros, los Lakers no se vinieron abajo tras el primer obstáculo.
Así, entre Dwight Howard y Russell Westbrook se las apañaron para mantener el partido en un margen estrecho después de los doce primeros minutos (34-28).
Jordan Clarkson ya había avisado de su electricidad desde el banquillo en el primer cuarto pero fue en el segundo cuando empezó a electrocutar a los Lakers (52-42 con 5.33 para el descanso).
Sin embargo, los visitantes encontraron como sostén a un enorme Howard.
Recordando a sus mejores tiempos, el pívot atacó una y otra vez la zona de los Jazz e incluso se permitió el lujo de meter un sorprendente triple desde la esquina (57-52 con 2.57 por jugarse).
Con Mitchell y Westbrook anotando con solidez en ambos equipos, el partido se fue al vestuario con una interesante ventaja para los Jazz (66-55) pero con los Lakers muy vivos.
Un contraste notable respecto a otros partidos recientes fue que los jugadores de Frank Vogel mostraron una notable intensidad, atacaron con agresividad el aro y no se dejaron intimidar por sus rivales.
No obstante, los Lakers echaban en falta los chispazos de calidad de sus estrellas ausentes y los Jazz les recordaban una y otra vez que con esa plantilla no era suficiente para llevarse el triunfo hoy.
Mitchell contó con la ayuda de Mike Conley en la reanudación y los Jazz ampliaron levemente su diferencia en el final del tercer cuarto (99-85) tras un triple de Juancho Hernangómez y un mate tras robo de Danuel House.
Malik Monk aportaba algo de frescura a la ofensiva de unos Lakers que no mejoraban su defensa.
Con esa fragilidad atrás, era cuestión de tiempo que los Jazz, sin muchos alardes ni brillantez, reventaran el encuentro.
Así sucedió con un Gobert que, percutiendo en la pintura, marcó una ventaja de 18 puntos al poco de empezar el último cuarto que fue demasiado para estos pobres y ya casi desesperados Lakers.
David Villafranca
