1. ¿Qué cambios hicieron los CDC?
Los CDC relajaron sus recomendaciones sobre las pruebas de rutina, la cuarentena y el distanciamiento social. Las escuelas ya no necesitan realizar pruebas rutinarias a los alumnos no vacunados, ni exigirles a los alumnos y al personal expuestos que se pongan en cuarentena, ni dividir a los alumnos en “grupos” como forma de reducir la transmisión viral. En su lugar, los CDC recomiendan que las escuelas se centren en mejorar la ventilación, utilizar las pruebas en escenarios de alto riesgo y fomentar el uso de mascarillas en momentos de alta transmisión en la comunidad. Si se exponen al virus, los estudiantes y el personal deben usar una mascarilla durante 10 días y hacerse la prueba.
2. ¿Por qué los CDC han hecho estos cambios?
Los CDC hicieron estos cambios para tener en cuenta que la mayoría de los estadounidenses tienen ahora algún tipo de protección contra el COVID-19, ya sea por una infección previa o por la vacunación. El objetivo de la agencia ahora es reducir las enfermedades graves, lo que puede hacerse mediante vacunas, dosis de refuerzo y tratamientos. En el caso específico de las escuelas, las nuevas recomendaciones pretenden minimizar las interrupciones en la educación de los niños. En lugar de recomendar protocolos para toda la escuela, los CDC trasladan en gran medida la responsabilidad de la reducción del riesgo a los estudiantes y sus familias, dejando que sean los individuos los que tomen sus propias decisiones para protegerse.
3. ¿Está mi hijo protegido en la escuela?
Las recomendaciones de los CDC no hacen que las escuelas sean menos seguras necesariamente, pero trasladan la responsabilidad de la reducción del riesgo a los estudiantes y sus familias. Esto significa que los padres pueden tener que tomar más iniciativa para determinar cuándo pedirles a sus hijos que adopten medidas de seguridad adicionales en la escuela.
Vacunar a los niños es el primer paso. Los niños siguen teniendo un riesgo muy bajo de padecer una enfermedad grave a causa del COVID-19, pero sigue siendo una posibilidad. Infectarse también conlleva la posibilidad de contagiar el virus a los miembros más vulnerables de la familia y a desarrollar síntomas de COVID persistente. Los padres también pueden ayudar a limitar la transmisión realizando pruebas a sus hijos si muestran síntomas, si han estado expuestos o si asistieron a un evento de alto riesgo. La FDA recomienda realizar tres pruebas en casa si se ha expuesto para aumentar la probabilidad de que las pruebas detecten cualquier caso positivo. Por último, los estudiantes pueden protegerse a sí mismos y a los demás utilizando mascarillas de alta calidad y bien ajustadas en situaciones de alto riesgo.