Washington, (EFE).- La generación Z, la de los nacidos de 1997 a 2012, agarra este noviembre su primera oportunidad de aspirar a un escaño en las legislativas estadounidenses, en las que dos jóvenes suenan con fuerza: el demócrata Maxwell Frost y la republicana Karoline Leavitt.
Los dos tienen 25 años, la edad mínima para poder formar parte de la Cámara de Representantes, y han superado sus respectivos comicios primarios en Florida y Nuevo Hampshire, que suponían el obstáculo previo a poder reclamar el voto el 8 de noviembre.
La edad media de los diputados estadounidenses es de 58,4 años y la de los senadores 64,3, y en estas legislativas los candidatos más jóvenes confían en que su eventual victoria derive en una mayor representatividad.
“Necesitamos un Congreso y un Gobierno que se parezca al país, ideas frescas y que se luche por cada comunidad”, explica a Efe Frost, cuya familia, cubana, llegó a Estados Unidos en los llamados “Vuelos de la Libertad” que salieron de Cuba con refugiados en la década de los 70.
Él se impuso en las primarias de su distrito de Florida con el 34,7 % de los votos y la fuerte tradición demócrata de su zona hace pensar que su llegada a la Cámara de Representantes está casi asegurada.
El tiroteo en una escuela en diciembre de 2012 en Sandy Hook, con 26 muertos, le llevó a la acción política, asegura. “Quiero acabar con los tiroteos y quiero un mundo donde cada persona tenga dinero para pagar la renta y las medicinas. Por eso me postulo”.
¿Su juventud es una baza? “Trabaja a mi favor. Todo el mundo sabe que necesitamos a gente más joven en el Congreso”, sostiene Frost, cabecilla de una generación en el bando demócrata que asegura no tener más ambición que la de luchar por su comunidad.
El también progresista Raymond Reed tenía una meta similar, pero perdió en Misuri frente a su colega Trish Gunby.
Se implicó en política desde la Universidad y aunque su objetivo se ha visto frustrado, cree que tanto a él como al resto de coetáneos de la generación Z les une la voluntad de mejorar la gobernanza, “sin dejarse atrapar por la retórica”.
“Estamos aquí para hacer el trabajo. En cuestión de violencia armada, por ejemplo, somos los primeros a los que nos enseñaron antes un simulacro de tiroteo que a leer. Así que aportamos una nueva perspectiva”, apunta a Efe.
COMBATE NACIONAL Y LOCAL
Hay quien prefiere que su combate se circunscriba a nivel local, como el republicano Braxton Mitchell, un legislador veinteañero de la Cámara de Representantes de Montana desde enero de 2021 y que se presenta a la reelección en ese mismo estado.
“No he buscado un cargo más alto y no estoy interesado en usar este como lanzadera para un nivel superior o para mi ganancia personal. Agradezco la confianza depositada en mí por los votantes y continuaré sirviendo a las comunidades de mi distrito”, afirma.
Washington “no funciona”, añade, y “necesita guerreros aquí en casa para proteger nuestros derechos y hacer que la Administración de Biden y los demócratas en el Congreso rindan cuentas”.
El 8 de noviembre verá decidida su suerte. El centro de investigación Pew calcula que 24 millones de miembros de su generación podrán votar por primera vez. Una masa electoral nativa digital, de la que el 52 % son blancos no hispanos, uno de cada cuatro hispanos, el 14 % negros y un 6 % asiáticos.
TENDENCIA DEMÓCRATA
“La generación Z es muy independiente, no se identifica con ningún partido, aunque en gran parte vota por los demócratas, más que nada por su apoyo a la democracia en general. Hemos visto por parte del Partido Republicano muchos ataques a la democracia”, apunta el mexicano Santiago Mayer, fundador de “Voters of tomorrow”.
Mayer, de 20 años, llegó a Estados Unidos a los 15, y con su organización moviliza a gente de su edad para que se interese por la política y contribuye a dar voz a aspirantes como Frost, de quien confía en que insufle “una nueva energía en la política estadounidense”.
“Estamos ayudando a los jóvenes a encontrar a los candidatos que apoyen la democracia para que podamos proteger este valor y seguir siendo parte de un sistema que lo refleje”, sostiene el joven, nacido en Ciudad de México y residente en Los Ángeles (EE.UU.).
Desde la misma Casa Blanca se ha instado a la movilización juvenil.
“Vivimos tiempos inciertos. El país se gira hacia vosotros porque para hacer avanzar Estados Unidos os necesitamos. Necesitamos vuestra pasión, vuestra determinación y vuestra excelencia. Necesitamos vuestro liderazgo”, dijo la semana pasada la vicepresidenta del país, Kamala Harris, en un discurso en la Universidad de Carolina del Sur dirigido a sus estudiantes.