Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- Los escándalos del deporte regresan a la televisión con la segunda temporada de “El Presidente”, la serie de Amazon Prime Video que narra la corrupción en el mundo del fútbol y que esta vez se centra en João Havelange, el histórico dirigente de la FIFA, bajo la mirada del oscarizado Armando Bó.
El director, productor y guionista argentino, ganador del Óscar por el guion de “Birdman” (2014), estrena este viernes una nueva trama que retrata, desde la sátira y la comedia, el entramado de poder, dinero y tráfico de influencias que intoxicó el fútbol internacional durante décadas.
Si la primera temporada analizó cómo la corrupción salpicó al fútbol chileno, la segunda entrega amplía el foco y ofrece una panorámica completa de los escándalos en todo el mundo.
“Es una historia relevante porque no sólo es de fútbol, es una serie de política: Sobre cómo una persona logra manipular a la gente para su cometido y su ambición de poder, sin importarle con qué dictadura o con qué asesino esté negociando”, responde en una entrevista con EFE el creador del formato.
Al centro de la historia aparece el expresidente de la FIFA, João Havelange (encarnado por Albano Jerónimo), el improbable brasileño que arrebató el poder a los europeos y mantuvo el control de la organización deportiva por casi tres décadas.
Bó no duda al asegurar que Havelange fue un personaje decisivo a la hora de dar forma a la industria del fútbol tal y como se la conoce en la actualidad.
“Transformó el deporte en una máquina de hacer dinero -afirma-. Inventó una forma de negociar los derechos de televisión y supo cómo hacer más relevante al fútbol latinoamericano contra el europeo”.
Precisamente, la serie arranca en el Mundial de Inglaterra de 1966, cuando un Havelange que acude como dirigente brasileño se siente ignorado por sus homólogos europeos y emprende una sacrificada carrera hasta lo más alto del poder en la FIFA.
Apoyándose en los países con menos relevancia en el tablero de juego, el hombre ascendió a la presidencia en 1974 y se mantuvo en el puesto hasta 1998.
Sin embargo, ya retirado, fue acusado de delitos que incluían el tráfico de armas y drogas, evasión fiscal y sobornos, entre otras acusaciones que terminaron de explotar en 2015, un año antes de su muerte, cuando se conoció la trama de corrupción de la FIFA (FIFA Gate) tras la adjudicación del mundial de Qatar.
“Él fue una especie de ganador hasta que a los 100 años vio cómo se caía todo. Si se hubiera muerto a los 98 no lo habría visto, creo que es algo gracioso”, señala Bó.
A pesar de lo espinoso de la trama, cuyo estreno coincide con la celebración de un mundial duramente criticado por organizaciones de derechos humanos, el cineasta defiende el tono satírico y ligero de la serie -rodada en inglés, español y portugués- porque “el mundo del fútbol es una parodia en sí mismo”.
La socarronería llega a tal punto que el actor Andrés Parra, que en la primera temporada dio vida al chileno acusado de corrupción Sergio Jadue, se encarga de narrar la historia de Havelange, su superior en el entramado criminal del fútbol.
“Me refiero a lo que se genera alrededor de él. Yo soy un fanático, pero si se mira por un lado ¿cómo puede ser que la gente sienta tantas cosas por 11 o 22 tipos corriendo detrás de una pelota? Así que nada, yo creo que no había otro tono posible”, remata el argentino.