El fallecido escritor mexicano Luis Spota fue autor, entre otros, de libros donde se describía los usos y abusos del poder o, mejor dicho, de quienes están en el poder. En una de sus narraciones detallaba cómo un presidente acude a inaugurar una estación de ferrocarril, a dar el “banderazo” como suele decirse en México, de la locomotora. Pero los constructores y políticos locales no esperaban que les pidiera ser parte de los tripulantes del viaje férreo inicial y se resistían a que el mandatario fuera de los primeros pasajeros.
Ante la insistencia presidencial no hubo más remedio que darle acceso al vagón de pasajeros. No tardó el presidente en darse cuenta que la resistencia de los constructores obedecía a que las vías por donde debería desplazarse el tren existían sólo unos cuantos cientos de metros, lo cual impedía que se cubriera la ruta calculada en varios kilómetros.
Recordamos el pasaje literario de Spota porque hace unos días se llevó a cabo el inicio de la construcción del puente de carga comercial de Anzaldúas del lado texano. Autoridades de la región, sobre todo de las ciudades de Hidalgo, McAllen, Mission y Granjeno, que son socios de la infraestructura de los puentes de Hidalgo y Anzaldúas en el lado americano, acudieron a la trascendente ceremonia. Se destacó la presencia de representantes del poder legislativo estatal y federal de EU, de los cónsules de ambos países e invitados de diversas organizaciones involucradas en el comercio internacional.
La obra, que permitirá que camiones de carga puedan circular en ambos sentidos, eliminará la actual restricción que se limita a permitir pasar solamente camiones vacíos de norte a sur de la línea limítrofe y dará fluidez al transporte en esta región ya estratégica para el comercio internacional. Para este tramo en construcción se encuentran ya disponibles 83 millones de dólares aportados por Nadbank, el Departamento de Transporte de E. U. y el estado de Texas.
Es de reconocerse la gestión que se ha realizado por parte de la comisión administradora del puente, de los alcaldes y del superintendente de los cruces internacionales mencionados, que ha permitido que se encuentre en proceso de construcción la necesaria y estratégica obra.
En contraste con la eficiencia de las autoridades del Valle de Texas y su capacidad de gestión para resolver importantes problemas de infraestructura para el comercio internacional, sí desconcierta que en el lado mexicano no esté ocurriendo algo similar. Mientras que en el lado americano se cuenta con presupuesto, constructora responsable y alcance del proyecto internacional, la ciudad de Reynosa parece estar marginada de una obra de tal dimensión.
Tuvimos oportunidad de preguntarle al administrador de los puentes Anzaldúas e Hidalgo, Juan Olaguibel, sobre la continuidad del puente en el lado mexicano, tramo de lo que desde luego no es responsable, y nos indicó que sabe que hay un proyecto ejecutivo ya de la obra. Hasta ahí.
El reportero del portal noticioso The Valley Guardian, Steve Taylor, tuvo la oportunidad de entrevistar al presidente municipal de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, que estuvo presente en el acto de inicio de construcción del puente, quien al ser inquirido por Taylor sobre el avance de la correspondiente parte del puente en el lado mexicano, replicó, en fluido inglés, que han estado más concentrados en el desarrollo de los accesos al puente de Pharr para agregar, a pregunta expresa del entrevistador, sobre que se necesita un plan para lograr la expansión del puente en el lado mexicano.
Inquirido Peña sobre los fondos para un desarrollo de esa magnitud expresó que se necesita proyectar la inversión necesaria. Asimismo indicó que los capitales necesarios podrían ser una mezcla de fondos federales, estatales o de entidades de la ciudad.
Al pedir un mensaje final en la entrevista Peña invitó a los residentes del Valle a visitar Reynosa donde hay muchas cosas que se pueden comprar, así como maravillosos bares.
Es decir, cuando menos el alcalde reynosense no pudo en ese momento dar detalles de una futura expansión ni del monto y origen de la inversión precisos.
Para dar una idea de lo requerido en México para construir el multicitado tramo del puente, si la cantidad fuera similar en territorio reynosense a la del lado texano, los 83 millones de dólares serían alrededor de 1660 millones de pesos. Para dimensionar lo que representa esta cantidad, referimos que recientemente el presidente de México Andrés Manuel Lopez Obrador autorizó 2,000 millones de pesos para solventar los gastos del gobierno del estado de Tamaulipas durante el último trimestre de 2022.
Es deseable que una obra internacional de tal magnitud, ya iniciada en el lado texano, tenga su correspondiente en Reynosa. La importancia radica en que por cada hora de retraso en el comercio entre Estados Unidos y México hay una pérdida de miles de dólares.