“Los estudiantes son el corazón y el alma de cualquier movimiento de cambio social”.
Howard Zinn
INTRODUCCIÓN
Las protestas estudiantiles en universidades de los Estados Unidos han sido un fenómeno significativo en la historia reciente, especialmente destacadas durante los años 60 y 70 del siglo XX. Estos movimientos estudiantiles son emblemáticos no sólo por su escala y su impacto social y político, sino también por cómo han influenciado políticas y percepciones públicas sobre temas críticos como la guerra, los derechos civiles, y el medio ambiente. Este artículo describe brevemente la historia de las protestas estudiantiles en los Estados Unidos y parcialmente en el mundo desembocando en las actuales protestas en apoyo de Palestina y en contra de Israel.
EE.UU., CONTRA LA GUERRA DE VIETNAM: 1960
La oposición a la Guerra de Vietnam fue quizás el catalizador más potente de protestas estudiantiles en EE. UU. Universidades como la de Berkeley, en California, se convirtieron en centros de activismo. El movimiento estudiantil de esta época se caracterizó por una crítica feroz hacia lo que veían como una guerra injusta y una movilización nacionalista agresiva. El incidente más trágico fue la masacre de Kent State en 1970, donde la Guardia Nacional disparó contra estudiantes desarmados que protestaban, matando a cuatro e hiriendo a muchos otros estudiantes. Los estudiantes tuvieron razón.
EUROPA, REFORMAS ESTUDIANTILES Y OTRAS DEMANDAS: 1960 y 1970
Vietnam no fue la única razón de protestas, ni sólo estudiantes de Estados Unidos protestaron mundialmente. En México, en 1968 un gran movimiento culminó con la tristemente célebre Matanza de Tlatelolco. En Francia, los estudiantes paralizaron a Francia buscando reformas, oportunidades y cambios más sociales y culturales que políticos. A diferencia de Díaz Ordaz en México, De Gaulle fue sagaz y favoreció el diálogo. En la entonces Europa Oriental hubo manifestaciones de los estudiantes vs el régimen soviético que los asfixiaba. Alemania, en ese entonces las Alemanias (Oriental y Occidental) en plena recuperación de su devastación por la Segunda Guerra Mundial fue un teatro de protestas estudiantiles, y muchas manifestaciones más que incluían estar en contra de la Guerra de Vietnam, que dominaba entonces las noticias, reformas estudiantiles y de programas de estudio, derechos civiles y no escasas pugnas ideológicas buscando sociedades más igualitarias. En todos los casos, los estudiantes tuvieron razón.
EE.UU., DERECHOS CIVILES: 1960 y 1970
Además de las protestas contra la guerra, los estudiantes también jugaron roles importantes en el movimiento por los derechos civiles. Universidades del sur y del norte vieron protestas estudiantiles que buscaban desegregar las instituciones educativas y otros espacios públicos, apoyar el derecho al voto de los afroamericanos, y abordar otras formas de discriminación racial. Los estudiantes tenían razón.
SUDÁFRICA, APARTHEID: 1980
Este término se refería al sistema utilizado en Sudáfrica que mantenía en estricta separación a negros y blancos. Aunque las protestas de los 60 y los 70 fueron las más destacadas, el activismo estudiantil no desapareció después de estos períodos. En los años 80, hubo un resurgimiento de la activación política estudiantil en temas como el apartheid en Sudáfrica. Los estudiantes presionaron a sus universidades para que eliminaran sus inversiones en compañías que hacían negocios en Sudáfrica, contribuyendo al esfuerzo global para poner fin al apartheid. Nuevamente la historia probó que los estudiantes tenían razón.
EE.UU., CAMBIO CLIMÁTICO, MIGRANTES, JUSTICIA PENAL: 1990- 2020
En tiempos más recientes, los estudiantes han encabezado activamente movimientos sobre una variedad de temas, incluyendo la lucha contra el cambio climático, la reforma de la justicia penal, y la defensa de los derechos de los inmigrantes, entre otros. Las protestas del movimiento “March for Our Lives” después del tiroteo en la escuela de Parkland en 2018 son un ejemplo de cómo los estudiantes continúan siendo una voz poderosa en el activismo social y político. Los estudiantes, nuevamente, tienen razón.
EE.UU., ISRAEL PALESTINA: ACTUALMENTE 2024
No es un secreto que la poderosa comunidad judía en todo el mundo, pero principalmente en Estados Unidos, ha cerrado filas apoyando a Israel y su invasión de Gaza y Cisjordania ante el acto terrorista de Hamas, el grupo que recurre al terrorismo que gobierna estas tierras.
Mientras que el asunto es complejo en sus antecedentes históricos, políticos, geográficos, religiosos e incluye una constante expansión y dominio de Israel de tierras palestinas, en la actualidad los estudiantes del mundo, principalmente los de Estados Unidos, protestan contra las acciones bélicas de Israel destruyendo escuelas, hospitales, matando niños, enfermos, inocentes y no deteniéndose ante nada, ni siquiera permitir abasto de alimentos y medicinas para estos miserables desplazados. Por su parte, Israel alega en su favor que cualquiera que no justifique sus acciones está en contra de esa nación y por tanto es antisemita. Cierto que Hamas en un terrible y triste 7 de octubre del pasado año inició asesinatos y secuestros en tierras de Israel. Pero por reprobable y atroz que esto resulte, no es menos y es aumentado lo que hace Israel bajo el mando de un Netanyahu que parece desquiciado sin atender a nada ni a nadie.
Los estudiantes, una vez más, tienen razón. No importa cuánto les ayuden aliados judíos en el congreso, y en otros importantes sectores, la historia cobrará cuentas por las injusticias de Israel. Nuevamente, los estudiantes muestran la razón que muchos se niegan a ver.
LA HISTORIA SE REPITE
En estos procesos, los estudiosos de estos fenómenos, o los viejos que vivimos estas experiencias presenciamos la misma obra de teatro social y política. Es clara la visión de un público polarizado entre los que aprueban y admiran a los estudiantes por su determinación e ideales que los lleva a expresar lo que otras figuras públicas callan; y los que critican a los estudiantes por “no estudiar,” “meterse en lo que no los incumbe,” “dejarse influir por enemigos del gobierno,” “aseguran que no son estudiantes sino personas ajenas a las universidades los que agitan,” “piden acción inmediata de represalias contra los estudiantes,” y muchas más críticas. Mientras eso sucede los movimientos crecen y se extienden, inclusive a otros sectores no estudiantiles como sindicatos. Al existir víctimas entre los manifestantes y estudiantes, el movimiento se propaga.
Ciertamente, en estos procesos las posiciones se van radicalizando, las demandas crecen, y ambos lados llegan a extremismos, expresiones equivocadas y actos reprobables. La historia ha demostrado que la represión es un camino fútil. Los administradores universitarios viven un viacrucis en medio de esos polos divididos. El diálogo y respeto a las leyes son los caminos de entendimiento.
CONCLUSIÓN
La historia de las protestas estudiantiles en Estados Unidos refleja una tradición prolongada de participación juvenil en el discurso político y social. Los estudiantes son jóvenes descubriendo el mundo y no han perdido su idealismo. Estos jóvenes utilizan su energía, su visibilidad y su capacidad para reunirse en torno a causas comunes influyendo en debates nacionales y modelar la política pública, demostrando el papel vital que pueden jugar en la sociedad. En el conflicto de Israel con Palestina, los estudiantes muestran lo que muchos se niegan a ver.
La solución es un cambio de políticas de los EE.UU., en este caso el apoyo de estos a Israel, debido a que la nación judía desatiende las sugerencias de Biden y su gobierno, así como la de gobiernos aliados de Israel en el mundo. Es éste el meollo del asunto y un cambio en este escenario es la solución más cercana. La historia así lo prueba.