Este fin de semana se inicia la celebración del Mes de la Hispanidad en los Estados Unidos. Varios países de nuestro continente celebran durante septiembre con justificado orgullo un aniversario más de su independencia nacional.
Primero Brasil, el día 7 con su “Grito de Ipiranga” que marca la secesión de su Madre Patria, Portugal, en 1822 y la constitución del segundo imperio o monarquía establecido en nuestra América. Le sigue México el 15 del presente con su inmortal Grito de Dolores en 1810 por el legendario cura D. Miguel Hidalgo y Costilla, las repúblicas centroamericanas de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica, en esa misma fecha, y la República de Chile, el 18 de este mismo mes.
Parafraseando a Don Guillermo Letelier Llona, quien fuera en vida Presidente Emérito de este medio informativo, debemos decir que no fue debido a causas fortuitas que estos movimientos revolucionarios generalizados se sucedieran en toda nuestra América y uno de los factores fue el ejemplo de la creación de nuestra nación como estado libre y soberano, demostrando prácticamente la posibilidad y validez de aplicar los principios democráticos, republicanos y federativos que, por primera vez se implantaron en el mundo con la Declaración de Principios e Independencia el 4 de julio de 1776.
Nuestra Constitución, aprobada un 17 de septiembre de 1787, dio aun mayores alicientes a las nuevas repúblicas del sur para consolidar sus nuevos regímenes basados en sus lineamientos esenciales así como la implantación definitiva de la Revolución Francesa en 1789, la cual produjo profunda influencia e impresión en todos los círculos criollos juveniles, religiosos, militares y populares.
Al margen del aspecto histórico anteriormente referido, durante las últimas cuatro décadas se ha mantenido la celebración del Mes de la Hispanidad que se inicia justamente con las celebraciones de independencia del día 15 de septiembre y concluyen a mediados del mes de octubre con el aniversario del “Día de la Raza” conocido en la Unión Americana como “Columbus Day”.
Con excepción del gobierno que encabeza Donald Trump durante esas cuatro décadas los presidentes organizaron una celebración especial, en muchos de los casos en el seno de la Casa Blanca, para hacer un reconocimiento a las personalidades, tradiciones e historia de la comunidad hispana de este país, cuya presencia e influencia crecientes contribuyen al crecimiento y desarrollo económico de esta gran nación.
Así, durante los próximos días los hispanos originarios de diferentes naciones, en todas las latitudes de este país, con diferentes manifestaciones culturales, gastronómicas, ideológicas y políticas reafirmarán su presencia, integración y enorme aportación a la vida de los Estados Unidos.