Redacción Deportes (EE.UU.), (EFE).- La aventura de Damian Lillard en los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo empezó de la mejor manera posible con una victoria ante los Philadelphia 76ers cimentada en una espléndida actuación del base, que se lució con 39 puntos y 8 rebotes (118-117).
Lillard dejó muestras evidentes de todo lo que puede ofrecer en Milwaukee, especialmente en un segundo cuarto arrollador en el que explotó con 17 puntos y en una recta final en la que se echó el equipo a la espalda metiendo de forma consecutiva los 11 últimos puntos de su nuevo equipo.
El exjugador de los Portland Trail Blazers terminó con 9 de 20 en tiros de campo (4 de 12 en triples), firmó un perfecto 17 de 17 en tiros libres y repartió 4 asistencias sin perder ni un balón.
Por su parte, Antetokounmpo consiguió 23 puntos y 13 rebotes pero se enredó con 7 pérdidas de balón en unos Bucks que llegaron a ganar de 19 en el segundo cuarto pero que se dejaron remontar en el último cuarto y tuvieron que sudar hasta el final para amarrar el triunfo.
Los Sixers, envueltos en mil y una polémicas por el deseo de James Harden de abandonar la franquicia (no estuvo presente en Milwaukee), ofrecieron una imagen muy digna y acariciaron una victoria de mucho mérito en un partido de parciales abultados para unos y otros.
Tyrese Maxey fue el máximo anotador de Filadelfia con 31 puntos y 8 asistencias, Kelly Oubre Jr. deslumbró en su debut con su nuevo conjunto con 27 puntos (9 de 11 en tiros) y Joel Embiid (MVP del curso pasado) consiguió 24 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias pero perdió 7 balones.
El encuentro sirvió también de estreno para Adrian Griffin y Nick Nurse como técnicos de los Bucks y los Sixers, respectivamente.
En buena compañía
Para Lillard debió de ser reconfortante ver el arranque, ya que el genial base jamás se había visto rodeado de tanto talento.
Así, Antetokounmpo empezó muy pronto a perforar la zona de Filadelfia, Brook López y Khris Middleton comenzaron a sumar desde el perímetro y los Bucks abrieron hueco desde el inicio (15-7 con 6.22 en el reloj).
El fondo de armario, una de las dudas de este fastuoso proyecto de Milwaukee, respondió de primeras ya que la segunda unidad con Pat Connaughton, Jae Crowder y Bobby Portis sorprendió especialmente por su buena circulación y movilidad en la ofensiva.
En los Sixers, Embiid sufrió ayudas constantes y estuvo bien atado por los Bucks, pero Oubre Jr. entró con mucha fuerza desde el banquillo y sumó 10 puntos para los visitantes en los primeros 12 minutos (30-23).
Pese a contar con estrellas descomunales como Antetokounmpo y Lillard, los Bucks presumieron de generosidad y espíritu solidario, tanto que sus nueve jugadores que pisaron la cancha en el cuarto inicial anotaron al menos un punto.
Los Sixers trataron de sujetar a Giannis con dos para uno (y hasta tres para uno) mientras en ataque Maxey tomaba la palabra.
Lillard se las vio con Jaden Springer, que le puso un impactante tapón a dos manos, pero el joven de los Sixers salió en la foto de la primera gran acción de “Dame Time” con los Bucks: un espectacular triple frontal con tiro adicional.
Esa jugada despertó a Lillard, que entró en combustión con 13 espectaculares puntos en algo menos de tres minutos para unos Bucks que despegaron impulsados por su nuevo ídolo (55-37 con 4.26 para el descanso).
No obstante, los Sixers respondieron con un parcial de 0-11 -justo cuando Lillard estaba en el banquillo- y se marcharon al vestuario a una distancia manejable (63-54).
Respuesta de Sixers
Los mejores momentos de los Sixers llegaron en el tercer cuarto.
Embiid regresó con fuerza del vestuario, Oubre Jr. y Maxey siguieron ofreciendo soluciones y el perímetro de Filadelfia hizo los deberes (5 de 9 en triples en ese periodo).
En cambio, los Bucks se atascaron con un triste 1 de 7 de tres y desperdiciaron casi toda su ventaja camino ya del último cuarto permitiendo que los Sixers se metieran en el encuentro de lleno (88-85).
Los de Nurse no se conformaron con eso. Un tiro libre de Maxey, a falta de ocho minutos, les dio su primera ventaja desde el arranque del duelo, Embiid le colocó un tapon a Antetokounmpo y Oubre Jr. clavó un triple que obligó a Griffin a pedir un tiempo muerto antes de que el encuentro se le escapara de las manos (94-98 con 7.02 para el final).
El parcial llegó a ser de 0-14 con +8 para los Sixers, pero dos triples seguidos de López y Crowder resucitaron a unos Bucks al borde del precipicio (100-102 a falta de 5.32).
En el desenlace reapareció Lillard, un experto en resolver finales apretados.
El base brilló con 11 puntos seguidos en el final -incluyendo un gran triple a falta de 1.13- y acabó brindándole el triunfo a Milwaukee pese a que sus rivales no tiraron la toalla hasta el último segundo.