Hugo Barcia
Nueva Delhi (EFE).- La extensa duración de los partidos de críquet, que pueden alcanzar las ocho o nueve horas, ha revolucionado la retransmisión del mundial que se está disputando en la India, con todos sus encuentros disponibles de forma gratuita y en el móvil para quien lo desee.
Descargarse la aplicación de Disney+ Hotstar, plataforma que posee los derechos televisivos y digitales para retransmitir el mundial en la India, es el único requisito para ver los partidos sin tener que pagar su plan básico (unos 11 dólares anuales), lo que ha disparado las audiencias a la par que los ingresos publicitarios.
Este fácil acceso hace que estos días sean habituales en la India escenas de personas que caminan cabizbajas por la calle siguiendo el partido desde el móvil, o conductores que dirigen con una mano el volante y con la otra agarran su teléfono mientras observan qué bateador acaba de ser eliminado.
Con una población de 1.400 millones de personas, y una de las tarifas más baratas de internet móvil, no resulta extraño que la semifinal que disputaron el pasado miércoles la India y Nueva Zelanda batiese récord de audiencias en la India al acoger a más de 50 millones de espectadores digitales simultáneos.
Ocho horas son demasiadas Esta revolución sucede bajo una misma máxima: la duración de los partidos del mundial, que se disputan en el formato largo -cincuenta juegos o ‘over’ en inglés- en lugar del cada vez más popular T20 -veinte juegos-, es demasiado extensa y son muy pocos quienes son capaces de permanecer ocho horas sentados viendo todo el encuentro.
“Mucha gente lo consume en su teléfono móvil mientras va a la oficina o está trabajando”, explicó a EFE el analista deportivo indio Joy Bhattacharjya.
El experto aseguró que los aficionados son capaces de ver sobre todo los partidos de la India, pero en el caso de tratarse de otros países “van y vienen, miran un rato, y ven los momentos cruciales”.
Una forma de consumo intermitente que también destacó el jefe del Departamento Digital del Consejo Internacional de Críquet (ICC), Finn Bradshaw, que relató cómo han adaptado la retransmisión del mundial a la revolución que está viviendo este deporte.
“Todo el tiempo suceden cosas interesantes que pueden hacer que vuelvas al partido. (…) Lo que nosotros y nuestros socios intentamos hacer es utilizar realmente las plataformas digitales para decirle a la gente que es hora de sintonizarnos”, explicó a EFE.
Para captar al espectador, se centran momentos específicos del encuentro que pueden traerlo de nuevo frente al televisor o al móvil y les mandan notificaciones automáticas con jugadas clave o publicaciones en redes sociales.
Encontrar nuevas audiencias Otro reto que tiene el críquet por delante es abrirse paso entre nuevos públicos, agregó Bradshaw, para lo que se han apoyado en creadores de contenido que les permiten alcanzar una franja de edad que por sí mismos habría sido muy difícil de conquistar
“No solo obtienen grandes vistas, sino que son el tipo de contenido que nunca podríamos crear”, sostuvo, indicando que trabajan con cincuenta creadores a los que proporcionan “acceso exclusivo que nadie más que los encargados de la retransmisión obtienen”.
“Realmente consideramos detenidamente a las personas de 18 a 35 años como nuestro principal grupo objetivo”, precisó.
Aunque la mayor parte de su contenido se dirige al público indio “que generalmente supone un 60 % de la audiencia digital”, también resaltó la necesidad de expandirse en otros mercados internacionales más allá del Sur de Asia, y puso como ejemplo a Alemania o Estados Unidos como países donde el seguimiento por el críquet está emergiendo.
Una afición a este deporte que espera que aumente en los próximos años, sobre todo a raíz de la reciente designación del críquet como deporte olímpico para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
“Estamos muy entusiasmados con cómo crecerá Estados Unidos en los próximos cuatro años”, sentenció.
NO CUADRAN LAS CIFRAS
La revolucionaria estrategia de Disney+ Hotstar, sin embargo, genera dudas entre algunos expertos que consideran que los números no cuadran, y por mucho alcance que tenga en términos de audiencia, no compensará las pérdidas de potenciales suscriptores que habrían pagado por ver el mundial.
“Creo que realmente querían abrirlo a las masas y tratar de ver si pueden obtener mayores ingresos publicitarios que compensen el impacto negativo de ningún ingreso deportivo”, dijo a EFE Karan Taurani, vicepresidente de la firma india de mercados de capital, Elara Capital.
“Pero no preveo que puedan compensar de algún modo los ingresos”, agregó, explicando que la plataforma está tratando de cerrar una importante brecha de suscriptores que sufre desde que perdieron en 2022 los derechos de retransmisión de la liga india de críquet.
Por el momento, la decisión de la plataforma ha llevado al mundial a batir varios récords de audiencias registrados en los campeonatos anteriores y a multiplicar los ingresos publicitarios en el sector digital.
Así lo estimó un reciente informe de Elara Capital, que calculó que el mundial ingresaría unos 250 millones de dólares por publicidad, de los cuales entre 120 y 144 millones procederían del entorno digital.
Una cifra que dobla los aproximadamente 60 millones de dólares que generó este tipo de publicidad en el último torneo, disputado en Gales e Inglaterra en 2019, y que evidencia el crecimiento que está experimentando el consumo digital en la India.