“Beto”, ¿el Obama de Texas?

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Por José Luis B Garza

La primera impresión que tuvimos muchos cuando escuchamos que Barack Obama, un senador del estado de Illinois pretendía ser presidente de los Estados Unidos, allá por el 2007, fue que alguien con ese nombre, en un país donde los nombres de todos los presidentes hasta ese entonces sonaban y eran anglos, no podía llegar a la posición política más alta de los Estados Unidos.
El senador Obama fue candidato demócrata, ganó la elección y se reeligió.
Algo parecido a aquella percepción sucedió con la candidatura a senador federal del demócrata texano Roberto “Beto” O’Rourke, quien si bien no ganó la elección el año anterior, sí logró posicionarse dentro del ánimo de los demócratas para la carrera presidencial, a la cual se ha integrado ya.
Hay quien lo ha llamado el Barack Obama de Texas o el “Obama blanco”.
Este ex congresista de El Paso, Texas, ha confirmado que buscará la nominación presidencial por el Partido Demócrata para la elección de 2020 y, en consecuencia, ha comenzado ya su campaña como precandidato buscando llegar fortalecido en las elecciones primarias que determinarán quién será contendiente de quien postule el Partido Republicano, que casi seguramente será Donald Trump, si no se interponen ante él barreras legales o de impugnación.
Pero independientemente de si logra la postulación o no, Beto, quien, aunque es de ascendencia irlandesa, ha logrado una gran identificación con la población hispana, que es mayoritaria en muchos distritos fronterizos, no solamente de Texas, sino del resto del país, jugará un papel especial en la contienda. Es gran conocedor de la problemática fronteriza y habla un fluido español.
A sus 46 años de edad, este también ex músico de rock, ha logrado ser, además de congresista, comisionado de la ciudad de El Paso y próspero empresario en el campo cibernético.
Cuenta con un extraordinario carisma. Cuando fue candidato a senador, visitó varias veces el Valle de Texas, y pese a que cada vez se requerían auditorios de mayor capacidad para sus mitines, invariablemente sus seguidores se arremolinaban para tener acceso, no siempre logrando poder entrar a los lugares, donde con un encendido y calculado discurso era aclamado por entusiastas multitudes.
Independientemente de si logra o no su postulación sin duda pondrá en la agenda nacional una diferente visión de la frontera y los problemas que confronta, no solamente en el lado estadounidense, sino del lado mexicano, gracias a sus frecuentes incursiones en Cd. Juárez, vecina de El Paso, y de otros lugares de la República Mexicana con los que está familiarizado.
Citamos algunas frases que dan una idea de la personalidad de Beto O’Rourque: “Las crisis interconectadas de la economía, la democracia y el clima nunca habían sido tan grandes; o nos consumirán o nos darán la mayor oportunidad”, o bien “todos nosotros, donde quiera que vivamos, podemos darnos cuenta que si la inmigración es un problema, es el mejor problema que este país pueda tener y debemos asegurarnos de que haya vías legales para trabajar, para estar con la familia y para huir de la persecución”.
Esto da una idea de su capacidad de persuasión, obviamente, en segmentos muy específicos de la población. Hay otros aspirantes con un gran peso político que le dará un gran realce a las elecciones primarias que no están ya tan distantes.