México, (Notimex).- Una nueva investigación señala que el descubrimiento de variantes genéticas relacionadas a la obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón, podría llevar al desarrollo de nuevos medicamentos para perder peso.
El estudio de la Universidad de Cambridge precisa que en Reino Unido hay cerca de cuatro millones de personas con este tipo de variantes genéticas. Por ejemplo, MC4R es uno de los genes que se sabe, es clave en la regulación del peso.
Dicho recibidor actúa como un interruptor en el cerebro para suprimir el apetito, en tanto, la gente con variantes genéticas que alteran este receptor ganan peso de manera fácil.
Los investigadores demostraron que otras variantes genéticas en el gen MC4R que aumentan la actividad de este receptor cerebral pueden proteger a las personas contra el sobrepeso.
El hallazgo podría fomentar el desarrollo de nuevos medicamentos que “copie” el efecto protector de las variantes genéticas para lograr o mantener la pérdida de peso.
El estudio, donde se encontraron 61 distintas variantes genéticas naturales, dirigido por el Instituto de Ciencia Metabólica Wellcome Trust-MRC en la Universidad Cambridge, examinó el gen MC4R en medio millón de voluntarios de la población del Reino Unido.
Los resultados de laboratorio arrojaron que las variantes del gen MC4R relacionadas con un mayor riesgo de obesidad detuvieron el funcionamiento del gen, mientras que las variantes que ofrecían protección contra la obesidad mantuvieron el gen “activado”.
Cerca del seis por ciento de los participantes tenían variantes genéticas, lo que generó que el receptor permaneciera “encendido”. Este tipo de personas comerían menos, lo cual podría explicar su menor peso.
La gente con dos copias de estas variantes particulares (una en más de mil personas) eran en promedio 2.5 kilogramos más livianas en comparación con los sujetos de estudio sin variantes y tenían un riesgo 50 por ciento menor de diabetes tipo 2 y enfermedad cardíaca.
El estudio indica que si algunas de las variantes genéticas predispusieron a las personas a volverse obesas, otras brindaron protección contra obesidad y algunas de sus principales complicaciones, como diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
“Este estudio revela el hecho de que la genética juega un papel importante en el motivo por el que algunas personas son obesas, y que algunas personas tienen la suerte de tener genes que las protegen de la obesidad”, dijo Sadaf Farooqi, líder del proyecto.
La investigación subraya que MC4R puede enviar señales a través de la ruta conocida como beta-arrestina, que no estaba relacionada de manera previa con la regulación del peso.
Las variantes genéticas que enviaron señales mediante esta vía impulsaron la asociación con la protección contra la obesidad y sus complicaciones, además relacionan a una menor presión arterial.