México ya en el 2018

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José Luis B Garza
José Luis B Garza

Por José Luis B. Garza

Están equivocados quienes creen que estamos saliendo de una etapa de efervescencia política tras haberse dado ya los resultados, aceptados o no, de las elecciones en los estados de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz.

Estamos apenas entrando en lo más intenso de esa efervescencia, a juzgar por expresiones atribuidas al presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza, en el sentido de que ese partido tendrá candidato para el mes de agosto, de lo cual da cuenta la columna “Bajo Reserva” del diario “El Universal” del jueves.

Así, no solamente Morena tendrá ya un candidato, definido desde la creación de ese partido, sino que en un par de meses también el PRI podría estar ya trabajando activamente en torno a una figura que habrá de abanderar las causas de esa institución política que, como haya sido, presume haber ganado la mayoría de las gubernaturas en disputa hace unas semanas.

Si recordamos, hace seis años ya no cabía ninguna duda de quién sería el candidato que, innecesario es mencionarlo, ganó las elecciones y está al frente del país, Enrique Peña Nieto.

Suponemos que la decisión será tomada en parte para ir trabajando con un virtual candidato y no esperar hasta el inicio del 2018, sobre todo porque el dirigente, guía y supremo hacedor de Morena, Andrés Manuel López Obrador, se encuentra en plena campaña ya, independientemente de que no se haya formalizado de acuerdo a los lineamientos electorales su postulación.

El PRI, vale decirlo, irá seguramente en alianza con los mismos partidos que le dieron el triunfo en el estado de México que, de no haber sido por los votos que esos coaligados le sumaron, hoy Alfredo del Mazo y, por supuesto su primo Peña Nieto, no estarían festejando y preparándose ya para dar la gran pelea electoral del próximo año.

A lo anterior hay que agregar que, en beneficio de Morena y el PRI, cuando menos eventualmente, el Partido Acción Nacional (PAN) pasa por un momento de innegables enfrentamientos de sus aspirantes a candidatos presidenciales, Rafael Moreno Valle, Ricardo Anaya y Margarita Zavala. Algo parecido, aunque no con la misma intensidad ocurrió entre los  precandidatos a gobernador de Coahuila, Guillermo Anaya y Luis Fernando Salazar Hernández, dando como consecuencia una fragmentación virtual del PAN en ese estado donde la energía que hoy gastan en reclamar un supuesto triunfo y acusar de un fraude debieron quizá de utilizarla para hacer una campaña más unida y con menos errores.

Pero mientras todo esto sucede, denotando una muy adelantada lucha por la Presidencia de la República, la baja captación de votos de cada uno de los candidatos contendientes en el estado de México, donde el ganador Del Mazo obtuvo alrededor del 33 por ciento de un padrón que no llegó al sesenta por ciento, entre otras razones, ha dado lugar a la propuesta y discusión de políticos y legisladores sobre la necesidad de una segunda vuelta en la elección, cuando menos en la presidencial.

El tema de la segunda vuelta va haciendo presencia en los foros de discusión política e independientemente que llegue a convertirse en una iniciativa de ley en el corto plazo, es ya un debate ineludible.