Washington, (EFE).- Estados Unidos creó 428.000 nuevos puestos de trabajo en abril y mantuvo la tasa de desempleo en un mínimo de 3,6 %, con un mercado laboral muy robusto gracias al gran apetito que llevan mostrando los consumidores desde que quedaron atrás los peores meses de la pandemia de covid-19.
La tasa de desempleo del 3,6 % es la misma cifra registrada en marzo y la más baja desde el inicio de la pandemia, según publicó este viernes la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés) de EE.UU.
En abril hubo únicamente 5,9 millones de desempleados en el país norteamericano.
La creación de empleo fue generalizada entre todos los sectores, aunque los que la experimentaron con más fuerza fueron el ocio y la hostelería, la industria, y el transporte y logística.
Las cifras de abril confirman el buen momento que vive el mercado laboral estadounidense, con un desempleo muy bajo y muchas oportunidades para quienes buscan trabajo.
Una coyuntura que también ha llevado a un gran número de trabajadores a abandonar sus puestos de trabajo para acceder a otros con mayor salario y mejores condiciones.
En este sentido, las remuneraciones por hora de los trabajadores subieron el mes pasado una media de 10 centavos hasta los 31,85 dólares y han aumentado en total un 5,5 % en un año.
Las empresas están cada vez más preocupadas ante las dificultades de encontrar trabajadores y ante el elevado número de empleados que renuncian a sus puestos de trabajo, especialmente en el sector de la hostelería y la restauración.
Además, según están destacando varios medios estadounidenses, hay una nueva tendencia cada vez más común según los empleadores: trabajadores que aceptan un puesto de trabajo pero luego no llegan ni a empezar en el día acordado porque en ese período han encontrado una oferta mejor.
Aunque un mercado laboral fuerte es en general una buena noticia, la “demanda excesiva” de trabajadores -tal y como la describe la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos- también tiene efectos negativos.
Lleva a las empresas a competir entre ellas por los empleados y dispara los sueldos, lo que a su vez contribuye a hacer subir aún más la inflación, que ya está disparada de por sí y se ubicó en el 8,5 % en marzo.
El miércoles, tras anunciar una subida de los tipos de interés de medio punto para luchar contra la inflación, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo en una rueda de prensa que espera que haya dos factores que mitiguen la escasez de trabajadores.
Por un lado, el regreso a la fuerza laboral de personas que se habían retirado de ella temporalmente por la pandemia; y, por otro, el ralentizamiento del ritmo de creación de puestos de trabajo, actualmente en máximos históricos.
En abril, la tasa de participación en el mercado laboral, es decir, la proporción de personas en edad de trabajar que tienen un empleo o lo están buscando de forma activa, se situó en el 62,2 %, casi la misma que en marzo y todavía por debajo del 63,3 % de febrero de 2020, antes de la pandemia.
Las cifras de desempleo siguen mostrando, como es habitual en EE.UU., grandes diferencias entre grupos raciales, y mientras que para los blancos se sitúa en el 3,2 %; para los negros está en el 5,9 % y para los hispanos, en el 4,1 %.
Tras conocerse los datos de empleo, el presidente de EE.UU., Joe Biden, se felicitó por la creación de 8,3 millones de puestos de trabajo desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021.
“Nuestros planes y políticas han producido la economía con la mayor creación de empleos de los tiempos modernos. Cuando empecé, había unos 20 millones de personas que dependían del subsidio de desempleo para poder alimentar a sus familias”, apuntó el mandatario en un comunicado.
“Hoy esa cifra se sitúa en torno al millón, la más baja desde 1970”, añadió.