México, (Notimex).- Ante la escasez de córneas para trasplante, científicos de la Universidad de Newcastle, Inglaterra, desarrollan una tecnología que permitirá obtener esta membrana del ojo impresa en 3D.
La investigación se encuentra en prueba de concepto y los primeros resultados se publicaron en “Experimental Eye Research”, en donde se informa cómo las células madre (células del estroma corneal humano) de una córnea donante sana, se mezclaron con alginato y colágeno para crear una solución que podría imprimirse (denominada “bio-tinta”).
Usando una bioimpresora 3D simple de bajo costo, la “bio-tinta” se vació con éxito en círculos concéntricos para darle la forma de una córnea humana. Tardó menos de 10 minutos en imprimir, destacaron los investigadores en la publicación y que también da a conocer en un comunicado la Universidad de Newcastle.
Che Connon, especialista de Ingeniería de Tissue en esa universidad y quien dirigió la investigación, explicó que la comunidad científica internacional ha trabajado en el desarrollo de la tinta biológica ideal para hacer que este proceso sea factible.
“Nuestro exclusivo gel, una combinación de alginato y colágeno, mantiene las células madre vivas mientras produce un material que es lo suficientemente rígido como para mantener su forma, pero lo suficientemente suave para ser expulsado por la boquilla de una impresora 3D”, detalló el experto.
Precisó que este estudio se basa en trabajo previo en el que ellos mismos mantuvieron las células vivas durante semanas, a temperatura ambiente, dentro de un hidrogel similar. “Ahora tenemos células madre listas para usar que contienen “bio-tinta” que les permite a los usuarios imprimir tejidos, sin tener que preocuparse por el crecimiento de las células por separado”.
Connon destacó que este desarrollo impreso en 3D tendrá que someterse a más pruebas, y precisó que pasarán varios años antes de que puedan estar disponibles para trasplantes.
“Sin embargo, lo que hemos demostrado es que es factible imprimir córneas utilizando coordenadas tomadas del ojo del paciente, y que este enfoque tiene el potencial de combatir la escasez mundial”, comentó.
Los científicos, incluida la primera autora Abigail Isaacson, del Instituto de Medicina Genética de la Universidad de Newcastle, demostraron también que podían construir una córnea para que coincida con las especificaciones únicas del paciente.
Las dimensiones del tejido impreso, se tomaron originalmente de una córnea real. Al escanear el ojo de un paciente, podrían usar los datos para imprimir rápidamente una córnea que coincida con el tamaño y la forma.
El comunicado de la Universidad de Newcastle destacó que existe una importante escasez de córneas disponibles para el trasplante, con 10 millones de personas a nivel mundial que requieren cirugía para prevenir la ceguera corneal, por enfermedades como el tracoma, un trastorno ocular infeccioso.
Además, casi 5 millones de personas sufren ceguera total debido a cicatrices en la córnea causadas por quemaduras, laceraciones o enfermedades.