Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- Un Chris Paul magnífico, con 41 puntos y 8 asistencias, destrozó a Los Angeles Clippers (103-130) y llevó a los Phoenix Suns a las Finales de la NBA, la primera vez que esta franquicia luchará por el anillo de campeón desde 1993.
Los Suns, la gran revelación en esta temporada, ganaron la final de la Conferencia Oeste por 4-2 frente a unos heroicos Clippers, que compitieron hasta el último segundo pese a que desde mediados de junio no han podido contar por lesión con su estrella Kawhi Leonard.
Paul, que jugó en los Clippers de 2011 a 2017, fue el verdugo de su exequipo, impartió una lección de acierto en triples (7 de 8) y manejó el ritmo del partido como quiso.
El base disputará sus primeras Finales con 36 años y en su primera temporada con los de Phoenix, que nunca han ganado el anillo.
Los Suns, en una nueva exhibición colectiva (55 % en triples), machacaron a domicilio a los Clippers gracias también a Devin Booker (22 puntos y 7 rebotes), Jae Crowder (19 puntos) y Deandre Ayton (16 puntos y 17 rebotes).
El conjunto de Monty Williams ha arrasado en el Oeste.
En la primera ronda eliminó a los defensores del título, Los Angeles Lakers de LeBron James (4-1), y en la segunda trituró a los Denver Nuggets (4-0).
Los Suns se enfrentarán al vencedor de la final de la Conferencia Este, que disputan los Milwaukee Bucks y los Atlanta Hawks y que va 2-2.
Por parte de los Clippers, que se marchan a casa tras la primera final del Oeste en su historia, los más destacados fueron Marcus Morris (26 puntos y 9 rebotes) y Paul George (21 puntos y 9 rebotes)
BEVERLEY CONTRA EL MUNDO
Sin el lesionado pívot Ivica Zubac por segundo partido seguido, los Clippers confiaron una vez más en el quinteto bajo, intenso y agresivo que tantas alegrías le dio en estos playoff.
El emblema de ese feroz carácter de los Clippers es Patrick Beverley, el baluarte en defensa de los angelinos pero que hoy se destapó también en ataque.
Dos canastas del base dieron algo de luz a un inicio errático de los locales, que vieron cómo los Suns se animaban sobre los triples de Chris Paul (9-15 a falta de 6.46).
A los Clippers, uno de los equipos más correosos de la NBA, les costó imponer su ritmo, más lento y pesado que el de los alegres Suns.
Pero lo consiguieron con Beverley como referente defensivo y con Reggie Jackson soltándose en ataque (20-19 con 3.21 por jugarse).
Sin embargo, los Clippers tenían un problema en la pintura con Deandre Ayton, muy cómodo para explotar la falta de estatura de sus rivales y que acabó el primer cuarto con 10 puntos.
Un Devin Booker muy fino comenzó a reclamar protagonismo, pero DeMarcus Cousins con dos triples totalmente inesperados, uno de ellos sobre la bocina y con toda la fortuna del mundo, dejó el encuentro en un margen reducido (29-33).
Cousins continuó sacando músculo en la zona, pero Dario Saric, con otros dos triples, permitió a los Suns abrir la primera ventaja de importancia (35-45 con 9.14 en el reloj).
De nuevo con urgencias en el marcador, los Clippers recurrieron al talento de Marcus Morris y a un Beverley capaz por sí solo de levantar a los 18.500 fans del Staples Center (47-48 con 6.14 por jugarse).
En ese momento despertó Jae Crowder, que con 13 puntos en un estupendo segundo cuarto disparó a los suyos antes del descanso (57-66).
Los Suns lucieron un excepcional 59 % en triples en la primera mitad y lograron 15 puntos en segundas oportunidades frente a los Clippers de un gris Paul George (6 puntos).
PAUL ARRUINA LA REMONTADA
El objetivo de los Clippers era evidente: activar a George cuanto antes.
El alero salió en la reanudación con más energía, pero los angelinos no concretaron uno de esos característicos tramos de máxima inspiración que les han llevado a remontadas impresionantes en estas eliminatorias.
Al contrario, los Suns conservaron la serenidad y con un fantástico mate de Booker apagaron el primer arrebato de incendio de los Clippers (67-80 a falta de 6.58).
No frenaron los de Phoenix, que aprovecharon los contraataques y amenazaron con matar el partido muy pronto (72-89 con 4.01 en el reloj).
Los Clippers sacaron fuerzas de donde casi no tenían y, entre Morris y George más la refrescante ayuda desde el banquillo de Nico Batum, se marcaron un gran parcial de 10-0.
Sin embargo, un Paul experto en lidiar con los instantes más peliagudos anotó 8 puntos seguidos, incluido un triple providencial, que dejaron muy tocados a los Clippers antes del cuarto definitivo (83-97).
El cansancio y el tiempo le pesaban mucho a los Clippers, pero fue Paul, impecable y totalmente dominante en la segunda mitad, quien se encargó de enterrar desde el triple sus esperanzas para guiar a los Suns hasta las Finales.
David Villafranca