Miami (EE.UU.), (EFE).- Los Miami Heat completaron uno de sus mejores partidos de la temporada al doblegar a los Memphis Grizzlies por 138-119, la mayor anotación del curso para los de Erik Spoelstra.
Bam Adebayo, Tyler Herro y Jimmy Butler anotaron por encima de los veinte puntos con 26, 24 y 23 respectivamente. Este último además descansó durante todo el último periodo, al estar el encuentro prácticamente sentenciado.
Es la quinta victoria de los Heat en los últimos siete partidos, que les mantiene en la pelea por la sexta posición para evitar el ‘play-in’. Los Grizzlies, por su parte, frenaron la buena reacción que habían logrado con sus tres últimos triunfos al hilo.
La previa del partido vino marcada por la oficialidad de la sanción de ocho partidos a Ja Morant por parte de la NBA. El de Miami es su sexto partido ausente y se calcula que el regreso con el equipo sea el próximo lunes ante Dallas Mavericks.
Memphis comenzó el encuentro con transiciones rápidas y posesiones cortas, metiéndole mucho ritmo al partido, lo que rápidamente le puso arriba en el luminoso.
Estuvieron más estáticos los Heat, apoyándose mucho en Jimmy Butler, quien anotó cinco de los primeros siete puntos de su equipo y culminó el primer periodo con 14 tantos.
Influyó mucho en la dinámica de los primeros minutos el hecho de que Jaren Jackson Jr. jugara abierto, creando dificultades a Bam Adebayo en su defensa. El pívot de los Grizzlies se disparó en anotación cerrando el primer cuarto con doce puntos.
La entrada de Santi Aldama en el minuto seis metió de nuevo a Jackson Jr a posiciones interiores y los Heat sacaron más rédito a su defensa. Un buen parcial de cierre de los locales (8-2) les puso en ventaja al cierre del primer cuarto con un igualado 29-27 en el marcador.
El novato David Roddy aportó su energía en el regreso a pista, también su acierto desde el triple con dos anotados en las primeras acciones. Fue muy protagonista también en el rebote y aportando al juego colectivo de los Grizzlies.
Pero si algo dejó el segundo cuarto fue muy buen baloncesto por parte de los Heat, compartiendo bien el balón y generando buenos lanzamientos. Lograron mantenerse al mando en el marcador durante el segundo cuarto e incluso aumentarlo hasta los trece puntos de distancia (59-46) a dos minutos para el descanso.
El problema principal que tuvo Memphis en este tramo de partido fue en ataque. Una buena circulación de balón generó ventajas de tiro ante la defensa local, pero no fueron capaces de convertir, el porcentaje desde el perímetro en el segundo cuarto fue de 26,7% en triples, tan solo cuatro de los quince intentados.
Un mate de Bam Adebayo en transición cerró el 63-51 con el que ambos equipos se marcharon a los vestuarios.
Miami alcanzó la excelencia en juego y rendimiento en el tercer cuarto, la gran mayoría de jugadores que entraron en juego sumaron en todas las facetas del juego, cuatro de ellos con siete o más puntos en ese tiempo.
Kevin Love fue uno de ellos, dos triples de tres intentos para él y detalles de liderazgo de los que se esperan de un jugador de su experiencia. Pero también pasó por el lado más duro al recibir un golpe de Desmond Bane en su zona testicular que le dejó dolorido sobre el parquet.
Los árbitros revisaron la acción en los monitores y consideraron que el impacto fue intencionado, señalando una falta flagrante de nivel dos y expulsando a Bane del partido.
Muy destacados también Tyler Herro y Gabe Vincent, con un único fallo en el tiro entre los dos. Colectivamente los de Spoelstra alcanzaron su mejor versión, también defensivamente, llegando a desesperar por momentos a Memphis, que nunca llegaron a entrar en el partido.
La renta creció con el paso de los minutos a favor de Miami y un cierre de periodo magnífico por su parte provocó la máxima del encuentro hasta entonces con 28 puntos de renta al final del tercer cuarto: 105-77.
Taylor Jenkins decidió sentar a sus titulares para afrontar el último periodo, pero los suplentes compitieron y obtuvieron un parcial favorable de 8-16 que obligó a Spoelstra a solicitar tiempo muerto para frenar la relajación por parte de sus jugadores.
Fueron minutos para que algunos de los menos habituales mostraran sus cualidades, como lo hizo Luke Kennard con 14 puntos en el último cuarto.
Miami tomó de nuevo las riendas del partido para consolidar su importante triunfo y dejó también algunas acciones para el recuerdo como una volcada de Caleb Martin que ‘posterizó’ al propio Kennard.