Redacción deportes, (EFE).- Los Brooklyn Nets derrotaron por 97-127 a los Minnesota Timberwolves este martes en un partido sin historia que el equipo neoyorquino ganó con facilidad ante la falta de capacidad defensiva de los de Mineápolis y en el que Kevin Durant fue el máximo anotador con 31 puntos, con 4 triples de los 6 que intentó.
Joe Harris fue el segundo mayor anotador de los Nets, con 23 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias y 2 robos, mientras que Landry Shamet anotó 19 puntos, 5 rebotes, 5 asistencia y 1 robo.
En los Wolves, Anthony Edwards fue el máximo anotador, con 27 puntos, seguido de D’Angelo Russell con 15 puntos, 1 rebote, 1 asistencia y 1 robo. Los dos españoles de los Timberwolves tuvieron una actuación discreta.
Ricky Rubio terminó el partido con 5 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias y 1 robo mientras que Juancho Hernangómez no sumó ningún punto y se conformó con 2 rebotes y 1 tapón tras 12 minutos de juego.
La cara del entrenador de los Timberwolves, Chris Finch, tras el final del partido era todo un poema. Desde que llegó al equipo en febrero tras el repentino despido de su predecesor, Ryan Saunders, por su incapacidad para enderezar el rumbo de los Wolves, Finch ha intentado poner buena cara a las palizas que los rivales han endosado a su equipo.
Pero Finch parece haber llegado a su límite con la actuación del martes, la 41 derrota de los Timberwolves en lo que va de temporada, lo que les coloca como el peor equipo de la NBA.
“Es mejor que nos olvidemos de la actuación de hoy y nos preparemos para jugar mañana”, empezó a decir Finch con aire cansado en la rueda de prensa tras el partido.
Pero cuando se le recordó que antes del partido había expresado de que los Wolves disfrutasen del partido para compensar lo sucedido en Mineápolis en las últimas horas, la muerte de Daunte Wright a manos de la Policía y los disturbios de protesta, Finch, no se pudo contener.
“¿Alegría? Brooklyn sí que ha tenido una alegría, no nosotros”, dijo Finch para reconocer a continuación su frustración ante la incapacidad de sus jugadores de ejecutar jugadas o simplemente anotar canastas.
Y es que, como también sugirió Finch durante la rueda de prensa, el problema de los Timberwolves es que son el equipo más joven de la NBA, con jugadores de un gran talento potencial, como Anthony Edwards, el número 1 del draft de 2020, y que el equipo necesita desarrollar para poder aprovecharlos en años futuros.
Los números de hoy de Edwards son reveladores. Edwards, ante la ausencia el martes del pívot titular de los Wolves, Karl-Anthony Towns (KAT), fue el máximo anotador de su equipo, con 27 puntos, además de 8 rebotes, 2 asistencias, 1 robo de balón y 1 tapón.
Pero a diferencia de Durant, que durante todo el partido exhibió altos porcentajes de acierto (un 66 % de tiros de tres y un 73 % en el global de tiros), los de Edwards fueron paupérrimos. La joven promesa de los Wolves anotó 2 de los 11 triples que intentó (18 %) y 8 de los 22 en el global de tiros (36 %).
Además, Edwards no tiene disciplina para defender, lo que ha obligado a Finch en partidos anteriores a retirarle de la pista en los últimos minutos para intentar remontar el marcador.
El partido quedó decidido en el primer cuarto, en el que rápidamente Durant impuso su ley con 8 puntos (2 triples de 2 intentos) y un 100 % de acierto en el tiro. A pesar de que D’Angelo Russell se puso al nivel de Durant, con 13 puntos y también un 100 % de acierto en el tiro, el resto de los Timberwolves no estaba por la labor.
Sin KAT en la pista, los Nets dominaron el rebote y cuando terminó el primer cuarto la diferencia en el marcador era de 8 puntos a favor de Brooklyn, 25-33.
Al descanso, los Nets habían aumentado su ventaja a 21 puntos (52-73) tras hacer en el segundo cuarto 40 puntos a la débil defensa de los Wolves.
A la vuelta de los vestuarios, Durant se soltó y anotó 14 puntos en el tercer cuarto, casi la mitad de los puntos de su equipo en ese periodo que terminó con un 74-104, en el marcador.
El último cuarto, en el que Durant sólo jugó 3.48 minutos y Finch le dio tiempo a todo el banquillo de los Wolves, los dos equipos anotaron 23 puntos lo que dejó el marcador final de 97-127.
Lo mejor del partido para los Wolves es que pudieron recortar la ventaja de los Nets de los 45 puntos que llegaron a tener en el último cuarto a los 30 puntos finales.