El Primer Ministro de Albania, Edi Rama, ha anunciado el nombramiento de Diella como la primera ministra virtual del mundo, marcando un hito en la integración de la inteligencia artificial en la administración pública. Sin embargo, la medida ha generado controversia y debate sobre la ética y la legitimidad de utilizar IA en posiciones políticas.
Diella, una asistente digital con vestimenta tradicional de la región de Zadrima, fue desarrollada por la Agencia para la Sociedad de la Información (AKSHI) para interactuar con los ciudadanos, guiarlos en trámites administrativos y brindar asistencia en tiempo real a través de la plataforma e-Albania.
Si bien el gobierno de Albania promociona esta iniciativa como un paso hacia la modernización y la eficiencia en la gestión pública, críticos advierten que una inteligencia artificial no puede sustituir la toma de decisiones políticas humanas, la responsabilidad democrática ni la rendición de cuentas.
“La tecnología puede asistir en tareas administrativas, pero la IA no tiene lugar en cargos políticos donde se requieren juicio, ética y responsabilidad ante los ciudadanos”, señaló un experto en ética gubernamental.
El uso de una figura femenina virtual con atuendo tradicional busca también promover inclusión y patrimonio cultural, aunque algunos cuestionan si esta representación es apropiada o si trivializa la política mediante simulaciones digitales.
Este controvertido nombramiento posiciona a Albania en la vanguardia tecnológica de la región, pero al mismo tiempo abre un debate sobre los límites de la inteligencia artificial en la gobernanza y la democracia.

