Tijuana, (Notimex).- La “media hora del apego” entre madre y recién nacido, cuando por primera vez amamanta a su bebé, es uno de los momentos más importantes para fortalecer el vínculo entre ambos seres.
Es por ello que este acto debe de ser llevado a cabo con esmerada atención y sensibilidad, coadyuvado por parte de personal de lactancia materna que se encarga de estos momentos tan determinantes en el apego que se está desarrollando.
Y es precisamente la capacitación tanto al personal de enfermeras como a las madres de recién nacidos o aún embarazadas, la que contribuirá a concientizar sobre la importancia de la etapa que definirá la salud del nuevo ser.
Luego de nacer y de ser llevado al área donde se lavará el bebé, un lapso en el que por primera vez durará separado de la madre unos 20 minutos, el niño comenzará a extrañar la seguridad y la calidez que le proporcionaba el interior de su progenitora.
Es un momento culminante, pues el desprendimiento del recién nacido de la madre causará la sensación de inseguridad; “por esa razón también es crucial lo que suele llamarse ‘el apego de la media hora’, en la que el niño es regresado al lado de la mamá”.
“Debe de ser pegado a la madre para que lo amamante, pues luego de romperse el cordón se cuida mantener el lado afectivo, después de que el niño es expulsado por cesárea o parto normal, debe de seguir sintiendo la seguridad y calidez de su mamá”, anotó.
“Durante el tiempo que lo retiramos para limpiarlo y ponerle las etiquetas de identificación en mano y pie, ya no escucha la voz de mamá, ya no tiene cerca su olor o esencia maternal, por eso también es importante la media hora de apego”, explicó.
Es cuando se acerca al bebé al vientre materno “y la madre lo abraza y le dice palabras dulces y cariñosas, es el momento cuando el bebé la siente de nuevo, y es cuando surgen todos los apegos que en un futuro podrá tener hacia su madre”, manifestó.
La lactancia materna “es un milagro, niños que nacen pesando dos libras y que a base de alimentación de leche de la madre terminan desarrollados, es decir, normalizan su peso; ese es el milagro, es el efecto de la leche materna en el ser humano”, concluyó.