Ciudad de México, (EFE).- El presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, denunció este miércoles que un movimiento interno del partido formado por “infiltrados” del oficialismo perpetró un ataque armado contra una sede de Ciudad de México dejando un herido de bala.
“Un comando armado, que tiene secuestradas las instalaciones del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, se desplazó a la sede del PRI de la Ciudad de México para atacar sin piedad a militantes priistas”, expresó Moreno a través de un video difundido en redes sociales.
Explicó que “personas capacitadas en táctica de ataque” agredieron a personas con palos, pistolas y petardos, dejando a un joven de 20 años hospitalizado por un balazo en la espalda.
El presidente del partido señaló como responsables a Nallely Gutiérrez y a Ulises Ruiz, quienes junto a decenas de militantes mantienen bloqueados los accesos de la sede central del partido para exigir la renuncia de Moreno tras los resultados de los comicios intermedios.
“El supuesto movimiento que la señora Nallely Gutiérrez y el señor Ulises Ruiz encabezan es todo menos priista. La cabecilla es una infiltrada al servicio de Morena (partido del presidente Andrés Manuel López Obrador) y sus aliados”, expresó.
Por ello, Moreno pidió a la Fiscalía General de la República que investigue el caso de lo que “a todas luces fue un atentado político”.
En redes sociales, Nallely Gutiérrez respondió que el ataque del martes fue un “montaje y zafarrancho para desestabilizar” al movimiento que pide la renuncia de la dirección del partido y denunció haber recibido intimidaciones.
Mientras Ulises Ruiz, quien fue gobernador del sureño estado de Oaxaca por el PRI entre 2004 y 2010, responsabilizó a Alejandro Moreno de “cualquier agresión que sufran los militantes que pacíficamente mantienen tomado el PRI”.
“Esto es un asunto de política, no de golpeadores y porros”, dijo.
En las elecciones intermedias del pasado 6 de junio, el PRI quedó como tercera fuerza en la Cámara de Diputados y perdió prácticamente todo su poder territorial al no ganar en ninguno de los 15 Gobiernos estatales que estaban en juego.