Miami, (EFE News).- El demócrata Joe Biden aventaja por más 40 puntos al presidente Donald Trump entre los votantes latinos de EE.UU. y presenta un empate técnico en el estado conservador de Texas entre los electores en general, según sendas encuestas divulgadas este miércoles por la cadena hispana Univision.
A seis días de la elecciones presidenciales, Biden está a tres puntos de Trump en Texas, un estado que no ganan los demócratas desde 1976, con un 46 % del demócrata por un 49 % del republicano, una diferencia dentro del margen de error.
El exvicepresidente de Barack Obama (2009-2017) además supera al presidente Trump en Pensilvania (50 % – 45 %), Arizona (50 % – 45 %) y Florida (49 % – 46 %).
Univisión realizó entre el 17 al 25 de octubre pasado un sondeo a nivel nacional a 2.608 latinos registrados con un margen de error de +/- 2,21 % y sendas encuestas en Texas, Florida, Pensilvania y Arizona, estados donde un “alto porcentaje” ha sufragado.
En estos estados, la pandemia del coronavirus es la mayor preocupación de los votantes, según la encuesta, y en su mayoría, los votantes apoyan el uso obligatorio de mascarillas, que el presidente Trump ha desestimado en repetidas ocasiones.
Por otro lado, los votantes de estos cuatro estados creen que Biden manejaría la coronavirus mejor que Trump, pero consideran que el republicano manejaría la economía mejor que el demócrata.
En estos sondeos por estados las muestras fueron de alrededor de 720 votantes cada una, de ellos unos 400 latinos, y con márgenes de error de alrededor de 3,56 %.
Los sondeos fueron supervisados por Sergio García-Ríos, director de Encuestas para Univision News, y realizados por las empresas Latino Decisions y North Star Opinion Research.
En cuanto a la reñida lucha por el control del senado feddral, en Texas, el republicano John Cornyn lidera frente a la demócrata Mary Jennings Hega por tres puntos.
Por contra, en Arizona, el demócrata Mark Kelly tiene una cómoda ventaja sobre la senadora republicana Martha McSally (51% a 39%), en lo que podría ser un paso muy importante de los progresistas para poder arrebatar la Cámara alta a los conservadores.