Washington, (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó este jueves que la baloncestista Brittney Griner, liberada en Rusia en un intercambio de presos, está “a salvo” y en un avión de vuelta a EE.UU.
“Está a salvo, está en un avión. Viene de vuelta a casa”, dijo Biden en un mensaje en Twitter en el que confirmó también que ha hablado con ella.
Con estas mismas palabras comenzó Biden su comparecencia en la Casa Blanca junto a la vicepresidenta, Kamala Harris, y la esposa de la deportista, Cherelle Griner.
El mandatario explicó que Griner, que se encuentra con “buen ánimo”, ha sido liberada -intercambiada por un preso ruso, el traficante de armas Víctor But- tras unas “intensas” negociaciones y después de que fuera condenada en un juicio “teatral” e injusto.
Biden también quiso recordar a otros estadounidenses que han sido tomados como “rehenes” y detenidos “arbitrariamente” en Rusia o en otros países, y aseguró que son una “prioridad” para su administración.
Lamentó en este sentido que Estados Unidos no haya podido liberar aún a otro preso estadounidense, Paul Whelan, cuyo caso “lamentablemente” y por “razones totalmente ilegítimas” Rusia ha tratado de forma distinta al de Griner.
Por otro lado, Biden lanzó un mensaje de advertencia a los estadounidenses para que tomen todas las precauciones posibles antes de viajar fuera del país y se informen sobre los riesgos de ser detenidos por gobiernos extranjeros, porque las negociaciones para liberarlos son “muy difíciles” y “nunca hay garantías”.
“Abrumada por la emoción”, Cherelle Griner, la esposa de la baloncestista, agradeció en esta misma comparecencia la labor del gobierno de Biden para traer de vuelta a la atleta.
Aseguró que hablaba también en nombre de su mujer para prometer que seguirán comprometidas con la labor de traer a todos los estadounidenses que siguen presos de forma injusta.
Griner fue condenada en agosto pasado a nueve años de cárcel en Rusia por cargos de posesión y contrabando de drogas, mientras But, conocido como el “mercader de la muerte”, cumplía una condena de veinticinco años de cárcel en Estados Unidos.
Griner, que fue detenida en febrero de este año en un aeropuerto de Moscú con aceite de cannabis entre sus pertenencias, aceptó su culpabilidad y pidió clemencia, solicitud desestimada por el tribunal.