Miami, (EFE).- Boeing y la NASA se han marcado el viernes 10 de mayo como nueva fecha tentativa para el lanzamiento de la primera misión espacial tripulada de la firma privada, tras la cancelación anoche del despegue previsto desde Florida (EEUU).
La nueva fecha se da después de que el lanzamiento de la nave Starliner con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde Cabo Cañaveral se suspendiera a unas dos horas de la hora programada para el despegue, y cuando sus dos tripulantes estaban ya a bordo.
La Starliner tenía previsto despegar el lunes a las 22.34 horas local (02.34 GMT del martes) desde un complejo de lanzamiento de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, con los astronautas de la NASA Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita Williams como tripulantes.
No obstante, según informó luego Boeing, desde el centro de control de la misión los técnicos detectaron “un comportamiento anómalo de la válvula de regulación de presión en el tanque de oxígeno líquido de la etapa superior” del cohete lanzador Atlas V, de la compañía United Launch Alliance (ULA).
“Los ingenieros están analizando los datos para comprender completamente el problema y determinar cualquier acción correctiva”, agregó la firma, que dará a conocer más detalles una vez los directivos de la misión determinen los próximos pasos a tomar.
El plazo hasta el viernes permitirá al equipo de la misión completar el análisis de la válvula del tanque de oxígeno líquido y determinar si es que será necesario reemplazarla, como señaló la NASA a primera hora de este martes.
De ser ese el caso, la nave y cohete tendrían que ser retiradas de la plataforma de lanzamiento y devueltas a un hangar para realizar ese procedimiento, el cual impediría que completar el despegue el viernes, como adelantó anoche el presidente de ULA, Tory Bruno.
La misión CFT (Crew Flight Test) de Boeing tiene por objetivo lograr las certificaciones necesarias de la NASA para poder comenzar a operar como segundo proveedor de transporte de tripulación y carga al llamado laboratorio orbital, servicio que desde 2020 ya presta de forma oficial la firma SpaceX.
La semana pasada, James Free, administrador asociado de la NASA, había alertado de que la CFT es un vuelo de prueba y, por ende, podían surgir imprevistos.