México, (Notimex).- Las capacidades cognitivas específicamente humanas, como la habilidad para el aprendizaje, la memoria y la percepción sensorial, se desarrollan durante el periodo embrionario y la infancia, según un estudio internacional.
En la investigación participan expertos de la Universidad de Yale, Estados Unidos; Universidad Pompeu Fabra (UPF), España; y del Instituto de Biología Evolutiva, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los resultados fueron publicados en la revista “Science”.
Los científicos, que realizaron análisis con cerebros de seres humanos, macacos y chimpancés, identificaron dos períodos de desarrollo neurológico, la fase embrionaria y la infancia, que son, aseguraron, los que diferencian a los seres humanos del resto de primates y que pueden dar lugar a la aparición de capacidades cognitivas propiamente humanas.
En un comunicado del CSIC, los científicos informaron que el feto humano desarrolla su cerebro durante más tiempo que los macacos.
Tomás Marqués-Bonet, de la UPF y director del Instituto de Biología Evolutiva, detalló que el sistema neuronal de los infantes madura más lentamente y durante más tiempo que el de los macacos.
“La maduración más pausada podría aportar una mayor plasticidad neuronal a los humanos durante su infancia, permitiendo una mayor habilidad para el aprendizaje, la memoria y la percepción sensorial, todos rasgos de una capacidad cognitiva del más alto nivel”, explicó el académico.
Para identificar el origen de la divergencia entre especies, los expertos analizaron a nivel de neuronas individuales casi 800 muestras de tejido de 16 regiones del cerebro (prenatales y postnatales) de 26 macacos, 36 humanos y cinco más de chimpancés.
Otro de los resultados de la investigación es que diversos genes relacionados con el riesgo de padecer trastornos neuropsiquiátricos, muestran diferencias en su expresión en humanos y macacos.
En particular, los genes relacionados con la aparición del autismo, el trastorno de déficit de atención, esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, Alzheimer y Parkinson, parecen diferenciar a los seres humanos del resto de primates.