Washington, (EFE).- La Casa Blanca defendió este martes sus protocolos internos contra la covid-19 tras los últimos contagios en su equipo de comunicación y aseguró que es un espacio “seguro”, especialmente para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Así lo expresó en una rueda de prensa la directora de Comunicación de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, después de que dieran positivo por covid la portavoz del Gobierno, Jen Psaki, y la viceportavoz Karine Jean-Pierre.
“La Casa Blanca se toma muy en serio las precauciones y las directrices de los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades) para asegurar que este sea un espacio de trabajo seguro, especialmente para el presidente”, dijo Bedingfield, quien hoy sustituyó a Psaki en su rueda de prensa diaria.
La directora de Comunicación explicó que todos los funcionarios que mantienen contacto con Biden se hacen pruebas de covid-19 de forma regular y aseguró que el presidente se hará esta semana más tests de los habituales debido a su viaja a Europa de la semana pasada.
También explicó que todo el personal de la Casa Blanca que da positivo debe aislarse tal y como establecen las directrices de los CDC, que recomiendan una cuarentena de cinco días, y deben dar negativo antes de regresar al trabajo.
“Por lo tanto, tomamos todas, todas las medidas para asegurarnos de que estamos protegiendo a nuestro personal”, reafirmó.
La última vez que Biden se hizo una prueba fue ayer, lunes, y dio negativo, por lo que pudo recibir este martes en el Despacho Oval al primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, dijo Bedingfield.
Psaki anunció el 22 de marzo que había dado positivo por covid y que no podría acompañar a Biden en el viaje de la semana pasada a Europa para abordar la invasión rusa de Ucrania.
Precisamente, tras regresar de esa visita, Jean-Pierre informó el lunes de que se había contagiado, pero aclaró que su última reunión con Biden fue con “distancia social” y que al presidente no se le consideraba un “contacto estrecho”.
La Casa Blanca levantó a principios de marzo el uso obligatorio de mascarillas, después de que los CDC anunciaran un relajamiento de esa medida en casi todo el país.