Juan Carlos Espinosa
La Habana,(EFE).- Mery y su amiga Amanda de las Mercedes, ambas de 14 años, intercambian golpes en el Parque Central de La Habana. A su alrededor, decenas de niños hacen lo mismo con sus guantes de boxeo y las instrucciones que retumban desde las bocinas: “¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡Más fuerte!”.
Es la primera hora de la mañana y en la capital cubana ya se puede palpar una especie de fiebre colectiva por el pugilismo. Se ve de todo: entre aspirantes a boxeadores, familiares, campeones del mundo y turistas curiosos con sus teléfonos.
Las dos amigas toman una clase magistral abierta al público. Es parte de una fiesta por la celebración, esta misma noche, del primer torneo profesional de boxeo en la isla en más de 60 años.
El lugar está repleto de niños y jóvenes escolares de La Habana.
La clase es la antesala de la ceremonia de pesaje, que se cumple ahí mismo, para los combates de más tarde, en el que todos los ojos estarán sobre el bicampeón olímpico cubano Julio César La Cruz.
La Cruz es quien inspiró a Amanda a ponerse los guantes y fajarse en los cuadriláteros con Mery.
“(Es) mi boxeador favorito. Nos hace mucha ilusión porque están dándole un papel muy importante a la mujer en el boxeo”, dijo a EFE.
Cuba readmitió el boxeo femenino en 2022, una deuda histórica en un país que siempre saca pecho con ese deporte, considerado el buque insignia cada cuatro años en los Juegos Olímpicos.
“Siempre me dicen que por qué opté por el boxeo. Bueno, porque me gusta”, resaltó Mery.
A La Cruz lo acompañan otros íconos mundiales del deporte, ya retirados, como el panameño Roberto ‘Manos de piedra’ Durán y el boricua Miguel Cotto.
Toda la algarabía le saca una lágrima a David Christopher, presidente de la Federación de Boxeo de Santa Lucía, un pequeño país del Caribe, mezclado entre la gente como un turista, y quien le pide a todo el que pasa a su lado que le haga una foto: “Por esto Cuba es grande en boxeo”.
Profesionalismo en Cuba
El torneo comenzará a las 19.00 horas de este martes (23.00 GMT) en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana.
Según su organizador, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), se hará a manera de homenaje por el aniversario 50 del Campeonato Mundial de Boxeo Aficionado organizado en la capital cubana.
Tras el arribo al poder de la revolución en 1959, con Fidel Castro a la cabeza, el país prohibió el deporte profesional.
Desde entonces, el boxeo aficionado tomó fuerza hasta el punto de colocar a la isla como la segunda potencia histórica del pugilismo en los Olímpicos, con 80 medallas.
En París 2024, sin embargo, los boxeadores cubanos quedaron a deber por primera vez en décadas, y solo consiguieron un oro y un bronce. La Cruz perdió su primer combate contra el cubano nacionalizado azerbaiyano, Loren Alfonso.
En 2022, Cuba volvió a permitir que sus pugilistas participasen en circuitos profesionales. Este es el primer gran evento, con dos campeonatos del mundo en disputa -con los cubanos dos veces medallistas de oro como protagonistas, Arlen López y Julio La Cruz- e invitados de distintos países del mundo.
Para Amanda de las Mercedes, la sensación de estar ahí le reafirma que no se equivocó al elegir el boxeo sobre otros deportes “para chicas”, como le reprocharon algunos de sus amigos.
No hay una sola mujer en la cartelera de esta noche, pero eso no le importa. “Queremos llegar a los Olímpicos”, dijo a EFE.