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Wednesday, December 4, 2024
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De reyes, reinas y reinados: La importancia de la realeza

“La monarquía es una institución que goza de gran respeto porque lleva consigo la idea de continuidad.”

Juan Carlos I

INTRODUCCIÓN

Recientemente, el Rey de Suecia Carl XVI y su esposa la Reina Silvia visitaron  México.  Unida a la viral noticia de una foto arreglada de la Princesa Kate de Gales, en el Reino Unido, la no lejana muerte de la Reina Isabel y la ascensión esperada por años de Carlos III, sin mencionar que hace pocas semanas también este monarca aceptó tener cáncer de próstata.  Ávidamente audiencias de todo el mundo siguen estas noticias con gran interés.  Lo han hecho, lo hacen y lo seguirán haciendo.  ¿Cómo explicar este interés de los seres humanos?

¿Por qué la prensa destaca tanto estas noticias y otras de reyes, reinas y monarquías?  ¿Cómo surgen las monarquías?  ¿Quiénes fueron los primeros reyes en la historia de la humanidad?

Este artículo le da respuesta a esas y a otras muchas preguntas.  Siga leyendo para que tenga su propia informada opinión sobre reyes, reinas y reinados.

UN REPASO A LA HISTORIA

La historia de los reyes en las naciones del mundo es vasta y variada; refleja la diversidad de las culturas humanas a lo largo del tiempo. Desde los antiguos faraones de Egipto hasta las monarquías contemporáneas de Europa, cada reino tiene su propia, única y especial historia sobre cómo se iniciaron sus linajes reales.  Aquí hay un breve relato de cómo comenzaron algunos de los reinados más notorios, seguido de una lista de países con monarquías pasadas y presentes.

EGIPTO ANTIGUO

 Los faraones del antiguo Egipto son algunos de los primeros gobernantes monárquicos registrados en la historia.  La monarquía comenzó alrededor del 3100 A.C. con la unificación de Egipto bajo el reinado de Narmer, también conocido como Menes.  Es interesante que este imperio fue el primero.  Claro que había otros, pero precisamente por haber superado Egipto a todos los demás se consolidó y dio muestras de su grandeza y razones suficientes para decir que fue el primero.

ROMA

Aunque Roma comenzó como una república, se transformó en un imperio con César Augusto, quien se convirtió en su primer emperador en el 27 A.C.  Esto marcó el inicio de un sistema imperial que duraría hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo 476 D.C.  César Augusto y sus descendientes con altas y bajas tenían que dar espacio al senado y a prominentes e influyentes personajes, así como la influencia de la realeza de territorios conquistados.  Pero el poder acumulado y el título no dejan duda de que militarmente y su legado como gobierno y administrador de territorios coloniales fueron y son históricamente el prototipo de conductas y modelos para las realezas que siguieron.

REINO UNIDO

 La historia de la monarquía británica se remonta a la invasión normanda de Inglaterra en 1066, cuando Guillermo el Conquistador se convirtió en el primer rey de Inglaterra. La monarquía ha persistido hasta la actualidad, adaptándose y evolucionando a lo largo de los siglos.  Esto la ha llevado a ser la monarquía más famosa y conocida por todos.

JAPÓN

Se considera el reinado hereditario más antiguo del mundo, la monarquía japonesa comenzó con el Emperador Jimmu en el 660 a.C., según la tradición.  La línea ininterrumpida de emperadores continúa hasta el día de hoy.

MONARQUÍAS ABSOLUTAS Y MONARQUÍAS CONSTITUCIONALES

Puesto que son muchas les presento a continuación una lista de monarquías del ayer y de hoy.

Actualmente, hay alrededor de 44 países con monarquías, que se pueden clasificar en dos categorías: monarquías absolutas, donde el monarca tiene poderes gubernamentales completos, y monarquías constitucionales, donde el monarca actúa dentro de los límites de una constitución.

MONARQUÍAS ACTUALES

1. Europa: Reino Unido, España, Suecia, Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Mónaco, Liechtenstein, Andorra.

2. Asia: Japón, Tailandia, Arabia Saudita, Jordania, Kuwait, Baréin, Catar, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Brunei, Camboya, Malasia.

3. África: Marruecos, Lesoto, Eswatini (anteriormente Suazilandia).

4. Oceanía: Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea (y otros reinos de la Commonwealth que reconocen al monarca británico como su jefe de estado).

MONARQUÍAS DEL PASADO

Muchos países han tenido monarquías en el pasado, pero se han convertido en repúblicas o han modificado significativamente su sistema de gobierno.  Algunos ejemplos incluyen:

1. Francia: Abolió su monarquía durante la Revolución Francesa, aunque tuvo breves períodos de restauración monárquica.

2. Alemania: Existieron varios reinos y ducados antes de la unificación alemana en 1871; la monarquía se abolió después de la Primera Guerra Mundial.

3. Rusia: La Revolución Rusa de 1917 marcó el fin de la monarquía de los Romanov.

4. China: La dinastía Qing fue la última dinastía imperial de China, cayendo en 1912 para dar paso a la República de China.

JUSTIFICACION DE MONARQUIAS

Con tanta historia e importancia a nivel mundial, ¿cómo se justifica un reinado o una monarquía?

Las monarquías se han justificado a lo largo de la historia mediante una variedad de argumentos, principios y creencias. Estas justificaciones han evolucionado con el tiempo y varían según la cultura y la época. Algunas de las razones más comunes incluyen:

DERECHO DIVINO

Esta es quizás la justificación más antigua y difundida para la monarquía.  Según este principio, el monarca es designado por y gobierna con la autoridad de una fuerza divina.  La importancia de las religiones en esas épocas encontró la forma perfecta de hacer creer al pueblo que alguien era rey o reina porque había recibido un mandato, una señal o un designio de Dios.  Se considera que el rey o la reina ha sido escogido por Dios para liderar, y por lo tanto, cuestionar su autoridad equivale a cuestionar la voluntad divina. Esta idea fue particularmente prevalente en Europa durante la Edad Media y el periodo del absolutismo.

LEGITIMIDAD HEREDITARIA

La sucesión hereditaria es otro fundamento clave de las monarquías.  Según este concepto, el derecho a gobernar se transmite de generación en generación dentro de una familia real. Este sistema se justifica por la estabilidad que supuestamente proporciona al estado, evitando conflictos por el poder y asegurando una transición ordenada de liderazgo.

MANDATO CELESTIAL

Similar al derecho divino de los reyes, pero distinto en su aplicación, el Mandato Celestial ha sido una justificación importante en contextos como la China imperial. Según esta creencia, el Cielo otorgaba el derecho a gobernar a un monarca justo y virtuoso. Sin embargo, este mandato no era incondicional; podía ser revocado si el gobernante se volvía tiránico o fallaba en sus deberes, justificando así el cambio dinástico.

UNIFICACIÓN Y ESTABILIDAD NACIONAL

En muchas historias nacionales, la figura del monarca ha sido vista como un símbolo de unidad y estabilidad.  Se argumenta que un líder hereditario, por encima de las luchas partidistas y los intereses de facción, puede servir como un punto focal de lealtad y continuidad, promoviendo la cohesión social y la identidad nacional.

FUNCIÓN CEREMONIAL Y DE SERVICIO (DIMENSIÓN SIMBÓLICA)

En las monarquías constitucionales modernas, la justificación para la monarquía ha evolucionado hacia el papel ceremonial y de servicio al país.  Los monarcas y sus familias realizan deberes que promueven la cultura, las tradiciones y las relaciones internacionales, manteniendo una imagen de estabilidad y continuidad histórica, mientras el gobierno real se lleva a cabo dentro de un marco democrático.  Son en suma el símbolo de la nación, la cultura y la identidad de esa nación.

EFICIENCIA EN LA TOMA DE DECISIONES

Algunos han argumentado que, en ciertos contextos, una monarquía puede ofrecer una toma de decisiones más eficiente en comparación con sistemas donde el poder está más disperso. Esto se debe a la concentración de la autoridad en una sola entidad, lo que potencialmente permite una respuesta más rápida en situaciones de crisis.

A lo largo de la historia, éstas y otras justificaciones han proporcionado las bases ideológicas y prácticas para el establecimiento y mantenimiento de monarquías. Sin embargo, la aceptación y la relevancia de estas justificaciones han variado significativamente con el tiempo y entre diferentes sociedades.

FASCINACION DE REINADOS

La fascinación y la importancia que mucha gente le da a la realeza, a pesar de que en muchos contextos parece ser un anacronismo, pueden explicarse por varias razones que combinan factores históricos, culturales, psicológicos y mediáticos.

ROMANTICISMO Y TRADICIÓN

La realeza a menudo se asocia con cuentos de hadas, historias de príncipes y princesas, castillos, y épocas pasadas llenas de esplendor y ceremonia.  Esta imagen romántica atrae a muchas personas que ven en la realeza una conexión viva con la historia y las tradiciones de su país o de otros países.  La fascinación puede ser similar a la que inspiran las obras de arte histórico, los monumentos y los rituales antiguos.

COBERTURA MEDIÁTICA Y CULTURA POPULAR

Los medios de comunicación juegan un papel crucial en mantener a las familias reales en el centro de atención pública. Las bodas reales, los nacimientos, las entrevistas exclusivas y los escándalos se cubren extensamente, generando un ciclo constante de noticias que captura la atención del público.  Además, películas, series de televisión y libros sobre realezas, reales o ficticias, alimentan el interés y la curiosidad del público.

UNIDAD Y ESTABILIDAD

Ya mencionamos y conviene subrayarlo que, siendo tan importante la unidad y la estabilidad de las naciones, la monarquía actúa como un símbolo de unidad nacional y continuidad a través de los cambios políticos y sociales.  La figura del monarca puede representar la historia compartida de una nación, sus logros y sus luchas, lo que puede generar un profundo sentido de identidad y pertenencia entre la población.

INTERÉS EN LA VIDA DE LOS FAMOSOS Y PRIVILEGIADOS

La realeza vive de una manera que la mayoría sólo puede imaginar: residencias palaciegas, joyas históricas, ceremonias fastuosas y una agenda de compromisos nacionales e internacionales.  Este estilo de vida, junto con las responsabilidades y los privilegios que conlleva, genera curiosidad y fascinación.

CURIOSIDAD HUMANA POR LAS HISTORIAS PERSONALES

Las personas se sienten naturalmente atraídas por las historias personales y las dinámicas familiares, y las familias reales ofrecen esto en una escala muy pública. Los matrimonios, divorcios, nacimientos y disputas internas en las familias reales proporcionan material constante para la conversación y el debate, similar al interés que muchas personas tienen en celebridades y figuras públicas.

REPRESENTACIÓN Y DIPLOMACIA

Precisamente, lo que ahora hacen los reyes de Suecia en México es diplomacia pura.  Las familias reales a menudo desempeñan roles en la representación de su país en el escenario mundial, participando en la diplomacia cultural y en esfuerzos caritativos. Este aspecto de su trabajo puede generar admiración y un sentido de orgullo nacional.

La combinación de estos y otros factores contribuye a la continua relevancia y fascinación con la realeza en muchas partes del mundo, a pesar de las tendencias democráticas y republicanas en la política global. La realeza ofrece una mezcla única de historia, tradición, glamour y drama personal que sigue capturando la imaginación de mucha gente.

DRAMAS Y TRAGEDIAS

Las monarquías, con su larga historia y su visibilidad pública, han sido escenarios tanto de dramas positivos como negativos a lo largo de los años. Estos dramas han afectado no sólo a las familias reales involucradas sino también, en ocasiones, al destino de las naciones. Aquí hay algunos ejemplos que resaltan ambos lados del espectro.

NEGATIVOS

REINO UNIDO: En 1936, Eduardo VIII abdicó del trono británico para casarse con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada dos veces. Su abdicación provocó una crisis constitucional y debates sobre la modernización de la monarquía.  Aunque lo presento como negativo por variadas razones en lo que le correspondía a un monarca, desde el punto de vista romántico, dejar de ser rey para casarse con una divorciada que no era miembro de ninguna realeza, es una historia bella de amor.

FRANCIA: La Revolución Francesa (Francia, siglo XVIII).  La disconformidad con el reinado de Luis XVI y el descontento generalizado con la estructura monárquica contribuyeron a la Revolución Francesa, que resultó en la abolición de la monarquía y la ejecución de Luis XVI y María Antonieta.  Esa revolución, como todas fue sangrienta y para muchos historiadores innecesaria.

RUSIA: El Asesinato de la Familia Romanov (Rusia, 1918).  Pocos hechos resultan tan crueles y tan tristemente macabros como la Revolución Rusa que culminó en el asesinato del último zar de Rusia, Nicolás II, y su familia, poniendo fin a la dinastía Romanov y marcando el inicio de la era soviética

POSITIVOS

REINO UNIDO: La Reina Isabel II participó en una secuencia de apertura sorprendentemente humorística con el actor Daniel Craig, como James Bond, para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, mostrando una imagen más accesible y moderna de la monarquía.

SIGUIENDO CON EL REINO UNIDO: La Boda del Príncipe Harry y Meghan en el 2018 fue una boda celebrada por muchos como un signo de los tiempos cambiantes dentro de la monarquía británica, destacando la inclusividad y la diversidad al unir a un miembro de la realeza británica con una actriz estadounidense de ascendencia mixta (afroamericana).

NUEVAMENTE EL REINO UNIDO: Antes de convertirse en rey, el Príncipe Carlos se involucró profundamente en cuestiones ambientales y de sostenibilidad, utilizando su plataforma para promover la conservación y el desarrollo sostenible a nivel mundial.

CONCLUSIÓN

La institución de la monarquía ha sido una constante en la historia humana, evolucionando a lo largo de los milenios para adaptarse a los cambios sociopolíticos de cada era.  Aunque el número de monarquías ha disminuido en los últimos siglos, aquellas que permanecen continúan jugando un papel significativo en sus países, ya sea como figuras ceremoniales o como líderes activos. Los reyes, reinas y reinados son la imagen más cercana de los héroes, campeones y defensores del pueblo.  Pero también se convierten en atroces déspotas, villanos que abusan guardando para sí, su familia y amigos, privilegios que su pueblo o súbditos no tienen.  La verdad es que en la historia de la humanidad surgieron dando orígenes a las naciones consolidando un proceso de identidad, cultura y territorios que dieron forma al mundo de ese entonces.  Se guarda ahora como símbolo de lo que ha sido la vida de esas naciones y la evolución de esos gobiernos.  Es cierto también que no es fácil ser rey o reina y mantener un reinado.  Más de uno sintió no poder más y algunos tuvieron el valor de dejarlo todo para tratar de ser normales.

Mientras tanto, “había una vez un rey muy poderoso que quiso buscar al mejor consorte para su hija…”. Los cuentos siguen y seguirán.

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