Washington, (EFE).- La conservación del archipiélago de las Galápagos es la moneda de cambio que el Gobierno ecuatoriano ha utilizado para llevar a cabo una operación de reconversión de deuda, que permitirá ahorros totales al país de más de 1.126 millones de dólares.
En una operación con la participación de Gobierno, instituciones financieras, bancos de desarrollo y organizaciones de protección de la naturaleza, Ecuador convirtió 1.628 millones de deuda comercial existente en un nuevo préstamo de 656 millones.
Este préstamo ha sido emitido por Credit Suisse y cuenta con una garantía por valor de 85 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de un seguro de riesgo político de los 656 millones, proporcionado por la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC) estadounidense.
La operación -en la que han participado Oceans Finance Company como gerente de proyecto y Pew Bertarelli Ocean Legacy como socio cooperante- permitirá ahorros totales (gracias a la cancelación y al ahorro de intereses) para Ecuador de 1.126 millones de dólares.
Esta operación es, por tanto, la mayor conversión de deuda por naturaleza del mundo realizada hasta la fecha.
Según explica a Efe el especialista financiero líder de Conectividad, Mercados y Finanzas del BID, Joan Prats, las operaciones de conversión de deuda por naturaleza, en esencia, suponen “la reducción del stock de deuda a cambio de que parte del ahorro que se genera se destine a proteger la naturaleza”.
Así, hay “una deuda nueva que sale más barata” gracias a instrumentos como las garantías o los seguros políticos (que en este caso otorgan el BID y la DFC) y a cambio el país “adquiere unos nuevos compromisos de conservación”, que en parte financia gracias a los ahorros generados por la refinanciación.
Una herramienta similar se puso en práctica el pasado mes de septiembre en Barbados, cuando el país logró completar una conversión de deuda por la naturaleza respaldada por una garantía de 150 millones del BID y de The Nature Conservancy (TNC).
Según Gregory Watson, especialista principal en Biodiversidad, Cambio Climático y Sostenibilidad del BID, hay algo muy novedoso en este tipo de herramientas, el hecho de mezclar los incentivos financieros con la protección del medio ambiente.
“Normalmente una meta de conservación no tiene un incentivo financiero detrás. Esto es muy novedoso y hace que para los Gobiernos sea más factible el cumplimiento de metas medioambientales”, explica.
UN PLAN DE CONSERVACIÓN A LARGO PLAZO
Además de a pagar el préstamo de 656 millones, Ecuador se compromete a invertir alrededor de 17 millones de dólares anuales hasta 2040 para la conservación en Galápagos: 12 millones para actividades de conservación marina y 5,4 para crear un fondo de conservación permanente.
Se estima que para 2040 este fondo sume una cantidad suficiente para cubrir a perpetuidad el financiamiento continuo de la conservación de unas aguas que albergan algunos de los niveles más altos de endemismo del mundo.
“El financiamiento para la conservación ayudará a Ecuador a abordar las presiones del cambio climático y la sobrepesca que amenazan este ecosistema único y biodiverso y protegerá la economía local y a las comunidades que dependen de la abundancia continua de vida silvestre”, afirmó en un comunicado la organización Pew Bertarelli Ocean Legacy.
Los fondos de conservación y dotación serán dirigidos por Galápagos Life Fund, una organización sin fines de lucro creada para este propósito, que estará dirigida por una junta directiva de cinco ministros del gobierno ecuatoriano y seis representantes de organizaciones no gubernamentales.
El financiamiento apoyará al Servicio del Parque Nacional Galápagos y a la gestión, monitoreo y control de las aguas que rodean las Islas Galápagos, incluida la Reserva Marina de Galápagos y la Reserva Marina Hermandad recién creada.
Temas medioambientales aparte, esta operación se da en un momento donde la prima de riesgo de Ecuador se mantiene cercana a los 1.800 puntos a raíz de la incertidumbre política causada por el juicio político abierto por la oposición al presidente del país, el conservador Guillermo Lasso.
También a causa de una recaudación petrolera menor a la proyectada, pues en los presupuestos generales se estimó un precio promedio del barril de petróleo de 65 dólares y en los primeros meses del año ha estado por debajo, cuando las exportaciones petroleras son uno de los pilares para la financiación de la economía ecuatoriana.
A inicios de 2023 la deuda pública de Ecuador ascendía a 62.132,56 millones de dólares, equivalente al 50,77 % del producto interior bruto (PIB).