Redacción Deportes, (EFE).- Austin Ekeler, corredor estelar de Los Angeles Chargers, aceptó la molestia que le provoca que receptores que no son titulares en sus equipos estén mejor remunerados que él.
“Estoy mirando algunos de los receptores de respaldo que están ganando más que yo, eso me enoja. Veo lo que pasa y digo: espera un minuto ¿me estás diciendo que esos receptores que son número tres van a ganar más que yo? ¿Y yo soy el titular? Hago más acarreos, toco más la pelota, tengo más contacto”, se quejó Ekeler.
Durante esta temporada baja corredores como Saquon Barkley de los New York Giants, Tony Pollard, de los Dallas Cowboys, o Josh Jacobs, de Las Vegas Raiders, también han expresado su molestia respecto a lo poco valorados que se sienten en sus respectivos equipos.
Una situación que incluso compartió el pasado miércoles la leyenda de los Raiders y miembro del Salón de la Fama, Marcus Allen.
“Lamentablemente los corredores están infravalorados. Es una liga de imitadores, por lo que un equipo sigue al otro cuando se trata de no dar el valor que se merecen a los corredores”, señaló Allen, quien fue campeón en el Super Bowl XVIII.
Una declaración que coincide con lo que percibe Ekeler, quien en 2023 ganará casi ocho millones de dólares.
“Nos hace cuestionar ¿estoy aportando más valor al equipo que esta persona? Creo que debería ser compensado por eso y aunque parece que se trata de dinero, no, se trata de principios. Se trata del principio de agregar valor a un equipo”, puntualizó Austin.
Los contratos de los corredores han quedado lejos de los de ‘quarterbacks’, receptores y defensivos en cuanto a ganancias.
El jugador mejor pagado de la NFL es Lamar Jackson, mariscal de campo de los Ravens, con 52 millones de dólares anuales. Aaron Donald, liniero de Los Angeles Rams, es el defensivo que más percibe en la liga con poco más de 30 millones por temporada. Tyreek Hill, receptor de los Miami Dolphins, con 28.5 millones anuales, es el mejor remunerado en su posición.
Entre los corredores Christian McCaffrey, de los San Francisco 49ers, con 16 millones al año, es el que más gana.
“Necesitamos que esa aguja se mueva para empujarnos al límite, porque este es el trato: el tope salarial sube cada año. Tenemos a un tipo como McCaffrey que puede hacer estallar el mercado de corredores y aun así no hay nadie que haya estado cerca de esos contratos”, concluyó.