Para La Red Hispana
Cada 4 años, en cada ciclo de elecciones presidenciales escuchamos algo así: los latinos van a definir el resultado electoral. Todo parece indicar que 2024, no será la excepción.
De acuerdo con la mayoría de los expertos, las próximas elecciones presidenciales se definirán en 6 estados “campos de batalla”: Arizona, Nevada, Georgia, Wisconsin, Michigan y Pensilvania.
Y por supuesto sabemos que el margen de triunfo de Joe Biden sobre Donald Trump en Arizona y Nevada en 2020 fue de menos de .5% y de menos de 3% respectivamente.
Es decir, es claro que la proporción de votantes hispanos en esos dos estados es mucho mayor que el margen de triunfo en 2020, con lo cual en efecto nuestro voto será decisivo, no sólo en el desenlace electoral en esos dos estados, sino quizás en la elección presidencial.
Pero la pregunta es, cómo lograr un porcentaje de participación electoral hispana que refleje en las urnas nuestra fuerza demográfica, en momentos que enfrentamos serias amenazas a la democracia: desinformación, polarización política, intentos de supresión del voto, crímenes de odio e incluso violencia política.
Recientemente, en pleno mes de la Herencia Hispana, tuve oportunidad de moderar un panel durante la reunión anual del CHCI -el venerable Congressional Hispanic Caucus Institute. Y aunque hubo matices en la respuesta a esa pregunta, el grado de coincidencia durante el panel fue claro:
La comunidad latina no es un monolito, es importante que los mensajes de participación cívica que lleguen sean diferenciados para cada comunidad, abarquen desde los adultos jóvenes hasta las personas mayores de 65, y que sean en su idioma preferido.
“La mejor manera de acercarnos a nuestra audiencia es hacerlo temprano, hacerlo con frecuencia y encontrarnos donde ellos están. Eso significa hablarles en español en ocasiones, pero de una manera culturalmente competente. También implica buscarlos en todas las plataformas mediáticas para asegurar que conectemos con todas las edades, todas y todos los orígenes”, comentó la legisladora demócrata de California, Linda Sánchez.
Para el presidente de la organización de promoción del voto y registro de votantes, Mi Familia Vota, Héctor Sánchez, es fundamental entender que los hispanos no solamente son decisivos en el desenlace electoral, sino que lo han sido para defender a la democracia, bajo condiciones adversas, como en el ciclo electoral del 2020.
“Por eso es importante el trabajo político en la capital de la nación, porque es importante que usemos ese músculo político para avanzar nuestras prioridades políticas”, dijo.
Federico Torre, vicepresidente y director regional de ventas de Televisa/Univision, destacó el papel de los medios informativos no solamente para alentar la participación cívica, como lo está haciendo la empresa con su campaña “Hazte Ciudadano”, sino también para confrontar la desinformación deliberadamente diseñada para suprimir el voto hispano.
Para la legisladora demócrata, y actual asesora de la campaña Gifford, Debbie Mucarsel-Powell, uno de los problemas es que existe insuficiente representación de hispanos que aparecen en los medios, como empresarios, líderes comunitarios o políticos, que aparecen en los medios en inglés, pero insuficientemente en los medios en español. “Necesitamos mostrarle a Estados Unidos el poder de los latinos en este país”.
Es un reto complejo, pero es evidente que el empoderamiento de los latinos en los Estados Unidos implica encararlo desde la educación, el empleo, la representación política y la participación cívica. La buena noticia es que muchas organizaciones están haciendo lo correcto, la mala noticia es que muchas otras o no lo están haciendo o lo hacen de manera incorrecta.