El triunfo de Trump no fue sólo una elección. Fue un reflejo de una nación fragmentada que busca fuerza en medio de la incertidumbre.
INTRODUCCIÓN
El resultado de la elección y la popularidad de Donald Trump entre más de la mitad de los votantes se puede explicar por una combinación de factores sociales, económicos, culturales y psicológicos que han moldeado la percepción pública y la decisión del electorado. Este artículo presenta algunos puntos clave para comprender este fenómeno.
Antes de comenzar se debe aclarar que los resultados sorprendieron y pusieron en shock al mundo entero. Analistas de ambos polos, o partidos, esperaban una reñida contienda, tan cerrada que todos estaban preparados para una espera de días con recuentos de votos antes de anunciar al ganador. El republicano ganó limpiamente e incluyendo el voto popular, lo que significa que más de la mitad de los electores lo prefirieron a él. Además, el partido republicano ganó ambas cámaras lo que facilita legislación y políticas, y con menos consideraciones no vacilará en usar órdenes ejecutivas que no ameritan de aprobación del congreso para moverse en su agenda.
1. ¿POR CUÁNTO GANÓ?
• En las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, Donald Trump aseguró su victoria al ganar en varios estados clave, conocidos como “swing states”.
• Michigan: Trump obtuvo 2,795,208 votos, mientras que Kamala Harris recibió 2,713,884, resultando en una diferencia de 81,324 votos a favor de Trump.
• Pensilvania: Trump ganó con 3,461,107 votos frente a los 3,327,311 de Harris, una diferencia de 133,796 votos.
• Wisconsin: Trump obtuvo 1,697,619 votos, superando a Harris, quien recibió 1,668,025 votos, con una diferencia de 29,594 votos.
• Georgia: Trump ganó con 2,652,666 votos, mientras que Harris obtuvo 2,535,875, una diferencia de 116,791 votos.
• Carolina del Norte: Trump obtuvo 2,876,398 votos frente a los 2,684,549 de Harris, una diferencia de 191,849 votos.
• Sumando las diferencias de votos en estos cinco estados clave, la ventaja total de Trump fue de 553,354 votos. Es importante destacar que, aunque las diferencias en algunos estados fueron estrechas, en todos de los estados claves o “veletas” Trump ganó por menos de 200 mil votos, la suma total en estos estados clave fue considerable y contribuyó decisivamente a la victoria de Trump en el Colegio Electoral.
• En las elecciones presidenciales de 2024, Donald Trump ganó con una diferencia de 553,354 votos sobre Kamala Harris. Aunque el número total de votos emitidos en 2024 aún no está disponible, si asumimos una participación similar a la de 2020 (158 millones de votos), la diferencia de 553,354 votos representaría aproximadamente sólo el 0.35% del total de votos emitidos. Dicho de otra manera, casi la mitad de los votantes rechazó en las urnas a Trump, menos de la mitad de un punto porcentual hizo ganar a Trump, por lo que es válido decir que la polarización es evidente y sólo fueron votos en esos cientos de miles de votos mencionados en los estados claves lo que hizo ganar a Trump.
• Es importante destacar que estos cálculos son aproximados y se basan en suposiciones, ya que los datos oficiales completos de las elecciones de 2024 aún no están disponibles.
• También es justo especular, que, sin la ayuda de los hispanos, afroamericanos, y asiáticos que dieron su voto a Trump no hubiera ganado. Estos grupos minoritarios, mayoritariamente favorecieron a Kamala, pero Trump logró convencer a algunos y estos hicieron la diferencia.
2. PERCEPCIÓN DE LIDERAZGO FUERTE
• Proyección de fuerza: Trump se presenta como un líder audaz y combativo, dispuesto a desafiar al sistema político tradicional y “decir las cosas como son”. Esto lo hace conectarse emocionalmente con votantes que valoran el liderazgo autoritario como solución a problemas complejos. Evidentemente, muchos de sus votantes fueron convencidos por esta característica.
• Anti-grupo de poder: Muchos estadounidenses lo ven como un externo (independiente) o “outsider”, digamos un político no tradicional que combate las élites políticas y mediáticas, a pesar de su posición privilegiada.
• Estrategia de victimización: Trump ha sabido presentarse como víctima de ataques injustos del “deep state,” reforzando el apoyo de su base al retratarlo como un mártir político. De esta manera explicó el ser condenado en un juicio en Nueva York e igualmente todas las demás acusaciones de corte federal y estatal. El público al votar por él prácticamente lo exonera de esos cargos.
2. ECONOMÍA Y PROMESAS DE PROSPERIDAD
• Nostalgia económica: Su mensaje de “Make America Great Again” (Volver a hacer a los Estados Unidos Grande) evoca una época percibida como económicamente más estable para muchos estadounidenses, particularmente en zonas rurales y del cinturón industrial del medio oriente de esta nación.
• Desempeño previo: Durante su administración, antes de la pandemia, la economía tuvo un crecimiento notable con bajos índices de desempleo. Aunque estos logros no se debieron exclusivamente a sus políticas, han sido capitalizados en su narrativa.
• Resistencia al cambio global: Promesas de renegociar tratados comerciales y priorizar la industria nacional apelan a quienes sienten que la globalización ha perjudicado a los trabajadores estadounidenses. Curiosamente, esto también sirvió para convencer a muchos hispanos que entendieron como que habría más demanda para ellos y su fuerza de trabajo.
3. FACTORES SOCIALES Y CULTURALES
• Identidad cultural: Muchos de sus votantes sienten que su identidad nacional, cultural y religiosa está amenazada por el multiculturalismo, la inmigración y movimientos progresistas. Resulta irónico que otra cantidad de hispanos se sintieron ya muy americanos y se montaron en este caballo dando la espalda a la globalización y apoyando el nacionalismo estadounidense.
• Polarización: La creciente división política y mediática ha reforzado la lealtad a Trump como símbolo de resistencia al progresismo. Este fenómeno se alimenta de cámaras de eco creadas por redes sociales y medios partidistas.
• Desconfianza en las instituciones: Un sector significativo de la población ha perdido confianza en los medios tradicionales, las universidades, y las agencias gubernamentales. Trump capitaliza esta desconfianza al presentarse como la única fuente confiable de información.
4. ASPECTOS PSICOLÓGICOS
• Tribalismo político: En un contexto polarizado, los votantes tienden a ser leales a su partido político sin importar el candidato. Esto refuerza el apoyo de los republicanos hacia Trump, independientemente de sus problemas legales.
• Normalización del comportamiento: Sus seguidores interpretan las condenas y acusaciones como parte de una campaña para desprestigiarlo. Las narrativas de “fake news” y “cacería de brujas” fueron efectivas en neutralizar el impacto de los escándalos.
• Emociones antes que hechos: Los votantes tienden a priorizar su identidad emocional sobre hechos objetivos. Para muchos, votar por Trump es una expresión de frustración y confrontación contra el sistema político actual.
5. ESTRATEGIA POLÍTICA Y COMUNICACIÓN
• Campaña efectiva: Trump domina la narrativa política, tanto en los medios como en las redes sociales, utilizando mensajes simples, repetitivos y emocionales que conectan con las preocupaciones de su base. Mientras que a la gente con mayor educación esto mismo era una prueba de las capacidades limitadas de Trump, los de menos educación se conectaron con él.
• Enfoque en temas clave: Temas como inmigración, seguridad fronteriza, inflación, y reducción de impuestos son centrales en su discurso y resonaron profundamente en el electorado.
• Desempeño en debates y rallies: Su estilo carismático y directo contrasta con la percepción de otros candidatos como tecnócratas, intelectuales y desconectados de las masas.
6. INFLUENCIA DE FACTORES EXTERNOS
• Recesión postpandemia: Los problemas económicos recientes, como la inflación y la percepción de una recuperación desigual, llevaron a muchos votantes a buscar un cambio radical.
• Miedo al futuro: La incertidumbre global (conflictos internacionales, cambio climático, automatización) ha fomentado un deseo de estabilidad y “protección” bajo un liderazgo percibido como fuerte.
7. EL FUTURO PROBABLE
En términos de perspectiva histórica, las elecciones de 2024 tienen el potencial de desafiar el realineamiento del New Deal de 1932 como las elecciones más importantes de los últimos 100 años.
Para anticipar un probable futuro usaré las reflexiones del destacado politólogo de la Universidad de Duke, el Profesor Kitschelt que son un tanto pesimistas y sombrías, sugiriendo, casi anticipando que, “si las políticas de Trump no logran producir un auge económico, su inclinación hacia el autoritarismo se intensificará al intentar mantenerse en el poder frente a una creciente oposición pública y con el obvio abandono de muchos de sus seguidores que creyeron en sus promesas”.
Kitschelt continúa diciendo: “que los republicanos apoyan las ideas actuales de Trump para aliviar los males de la sociedad del conocimiento mediante aranceles y la expulsión de inmigrantes. Pero si esto no sucede, y tiene muchas buenas y fundamentadas razones para que no suceda, estas políticas decepcionarán a las bases radicales que apoyan al presidente”.
El Profesor Herbert P. Kitschelt concluye: “Pocos empleos se crearán mediante la reindustrialización, y la ausencia de inmigrantes perjudicará —en lugar de mejorar— los beneficios del mercado laboral para muchos de los votantes que lo apoyaron. Al mismo tiempo, los ingresos de los menos favorecidos se reducirán debido a una inflación inducida por los aranceles que los mercados ya están anticipando”.
Tomando en cuenta su primera administración, su personalidad y sus estilos, este probable fracaso de sus políticas se traducirá en la tendencia tradicional de Trump y sus estrategas de ver a quiénes protestan como enemigos y buscarán aplastar la oposición antes de enmendar las causas de los males.
Es en este momento de fracaso de políticas, es cuando llega la hora del autoritarismo político, cuando las nuevas apuestas para crear prosperidad económica entre los menos favorecidos y resucitar las antiguas relaciones de parentesco de la sociedad industrial se agrían y generarán desencanto entre los propios seguidores de Trump.
Trump entonces bien podría querer asegurarse de que sus seguidores desencantados, así como aquellos que siempre se opusieron al trumpismo, no tengan otra oportunidad para expresar sus opiniones.
Si el escenario que Kitschelt nos describe se hace realidad, los votantes estadounidenses finalmente verán al verdadero Donald Trump, cuando quizá sea demasiado tarde para hacer algo al respecto.
CONCLUSIÓN
El triunfo de Trump fue muy estrecho. El apoyo a Trump no necesariamente refleja una aprobación unánime de su carácter o conducta. Más bien, muchos votantes lo ven como un “instrumento imperfecto” para cumplir objetivos más grandes: revitalizar la economía, proteger los valores tradicionales, y desafiar el orden político establecido.
Para comprender este fenómeno sin frustración, es clave explorar cómo sus votantes perciben su realidad, cuáles son sus miedos y aspiraciones, y cómo Trump ofrece respuestas emocionales, aunque no necesariamente racionales. Este estilo de neopopulismo semi dictatorial, no es exclusivo de los Estados Unidos, existe ya en muchos lugares del mundo. Esta versión del triunfo de Trump puede ayudar a muchos en futuras elecciones anticipando las tendencias políticas y enriquecer los análisis.