Houston (EE.UU.), (EFE).- El abridor venezolano Eduardo Rodríguez volvió a mostrar su mejor control desde el montículo y se convirtió en el pelotero latinoamericano más destacado en el tercer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana entre los Medias Rojas de Boston y los Astros de Houston que se disputó el pasado lunes.
Mientras que el bateo latinoamericano, encabezado por los toleteros puertorriqueños de los Medias Rojas, se encargó de darle explosividad a la ofensiva de los de Bostón que dominan la serie con dos juegos ganados y uno perdido cuando este martes se disputa el cuarto juego de siete.
A diferencia de lo que sucedió en el Primer Partido de la Serie Divisional, cuando Rodríguez ni siquiera pudo completar el segundo episodio, frente a los Rays de Tampa Bay, esta vez dejó atrás todas las dudas y dominó a los Astros con una gran pelota que ayudó a los Medias Rojas a ganar por paliza de 12-3.
El zurdo venezolano, con el relevo de Boston necesitado de descanso al haber partidos programados en tres días consecutivos, le brindó a los Medias Rojas una salida ideal de seis entradas, cinco imparables, tres carreras, siete ponches y sin dar bases por bolas.
“Como en mi última apertura, tuve mi comando de la recta funcionando”, dijo Rodríguez. “Y pienso que cada vez que eso sucede puedo trabajar con el resto de los pitcheos que utilizo”.
Rodríguez tuvo velocidad y comando. Su bola rápida fue consistente y el más duro registrado en lo que va del año 2021 y en cuanto al control, 65 de sus 97 pitcheos fueron strikes, algo acentuado con el “0” que puso en la columna de boletos.
“Fue una recta eléctrica”, dijo el receptor de los Medias Rojas, el puertorriqueño Christian Vázquez. “Su comando de la recta estuvo ahí y después de eso, podemos hacer lo que queramos con el cambio, la recta cortada adentro contra los bateadores derechos y el slider afuera contra los bateadores zurdos. Todo estuvo funcionando”.
Cuando Rodríguez terminó su salida con un ponche propinado al campocorto Carlos Correa, se burló de un gesto del torpedero de Houston del Primer Juego, cuando el boricua puso su mano en la muñeca izquierda para expresar que era tiempo de él y los Astros en playoffs.
De inmediato el manejador de los Medias Rojas, el boricua Alex Cora le gritó que no lo hiciera y que se mantuviera con humildad.
Cora, además de controlar las emociones e impulsos de Rodríguez, que admitió estar arrepentido por la manera como quiso provocar a Correa, también vio como la bateo de Boston se colocó al mejor nivel de la temporada.
“Sin dudas, jugamos nuestra mejor ofensiva, algo que comenzamos en el último partido de la temporada regular cuando nos enfrentamos a los Nacionales de Washington”, destacó Cora. “Desde entonces hemos ido a más y superado a grandes equipos como los Yanquis de Nueva York y los Rays de Tampa Bay”.
Cora dijo que habían sido consistentes en los tres primeros partidos de la serie frente a los Astros, a pesar que perdieron el inicial, debido a dos errores puntuales en el pitcheo.
“Debemos seguir produciendo carreras y aprovechar la ventaja de campo en los próximos dos partidos que nos pueden abrir el camino a conseguir los dos triunfos más que aun necesitamos para estar en la Serie Mundial, de ahí que debemos ir día a día”, agregó Cora.
El bateo de los Medias Rojas tuvo al bateador designado cubano estadounidense J.D. Martínez y al tercera base dominicano Rafael Devers pegaron sendos cuadrangulares.
Martínez, con su segundo cuadrangular de la serie se fue de 3-2, par de carreras anotadas e impulsadas, que lo dejaron como segundo mejor bateador de los Medias Rojas.
Devers también botó la pelota fuera del campo y tuvo de 4-1, con dos anotaciones y una carrera producida.
Mientras que Vázquez se fue de 4-2, dos anotaciones y otras dos carreras impulsadas. Su compatriota, el jardinero central Kike Hernández también conectó dos imparables.
El segunda base de origen puertorriqueño Christian Arroyo fue el cuarto jugador de los Medias Rojas que botó la pelota fuera del parque y se fue de 4-1 con dos anotadas y tres impulsadas.
El bateador designado cubano Yordan Álvarez, que se fue de 4-1 con anotación, fue el mejor latino de los Astros.