Por José López Zamorano
Washington, (Notimex).- Las acciones ejecutivas del presidente Donald Trump para construir el muro fronterizo y poner fin al apoyo a “ciudades santuario” son xenófobas, extremistas y racistas, afirmaron hoy activistas de defensa de los derechos civiles.
Legisladores y políticos estadunidenses señalaron por separado que las políticas de Trump ponen en riesgo la cooperación con México en otras áreas, por lo que es necesario que se encuentren soluciones reales y no simbólicas a los problemas de Estados Unidos.
“Necesitamos la cooperación de México en seguridad, contra los cárteles, en migración, necesitamos una renegociación del (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) TLCAN que proteja a los trabajadores”, dijo el exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson.
El legislador demócrata Joaquín Castro, de origen mexicano, sostuvo por su parte que lo que se requiere es la aprobación de una reforma migratoria integral y no soluciones como la construcción de barreras.
“El muro es mayormente simbólico, deberían estar trabajando con el Congreso para resolver nuestros retos migratorios (…) además 59 por ciento de los estadunidense discrepan con la idea de levantar un muro”, insistió Castro.
Líderes de organizaciones de defensa de los derechos civiles y de los inmigrantes tuvieron expresiones más fuertes contra las órdenes ejecutivas de Trump y anunciaron que buscarán impugnarlas en los tribunales.
“Las consecuencias son devastadoras para todos (…) Estamos muy preocupados de lo que le espera a nuestras comunidades y al país. Estas nuevas acciones ejecutivas son extremistas, inefectivas y caras”, indicó Marielena Hincapié, del Centro Legal para Migración (NILC).
La abogada señaló que el NILC está comprometido a utilizar todos sus recursos para defender a familias y comunidades, incluso “desafiando estas medidas anticonstitucionales”, las cuales “creemos que serán anuladas”, remató.
Trump firmó órdenes ejecutivas para la construcción de un muro en la frontera con México, la contratación adicional de agentes de la Patrulla Fronteriza y un aumento en el número de camas en los centros de detención para inmigrantes indocumentados.
Asimismo, ordenó eliminar el programa de detención y liberación de inmigrantes indocumentados, aplicado usualmente a aquellos que esperan comparecer ante cortes migratorias durante el desahogo de sus peticiones de asilo.
Así como priorizar el encausamiento legal y la deportación de inmigrantes indocumentados acusados de ofensas criminales.
En otra medida, Trump ordenó retener algunos fondos federales para las ciudades que han implementado políticas para proteger a los inmigrantes indocumentados de ser deportados, conocidas como “ciudades santuario”.
Finalmente, instruyó al Departamento de Seguridad Interna (DHS) a mejorar la capacidad de los agentes de la Oficina de Migración y Aduanas (ICE) para arrestar, detener y deportar a inmigrantes indocumentados.
“Estamos pidiendo a todos los alcaldes, gobernadores, superintendentes, líderes comunitarios a reafirmar su compromiso” con las “ciudades santuario”, afirmó la activista de United We Dream, Greisa Martínez.
Además, la activista pidió a los líderes legislativos, tanto demócratas como republicanos, oponerse a la agenda migratoria de Trump.