México, (Notimex).- Científicos europeos identificaron nuevas cepas bacterianas intestinales que podrían dar lugar a una nueva generación de probióticos, ya que al influir en el desarrollo y funcionamiento de los sistemas inmunitario, endocrino y nervioso, serían capaces de combatir obesidad, estrés y depresión.
Una microbiota sana contribuye a regular el apetito y el metabolismo de nutrientes como glucosa, por lo que son importantes en el peso corporal e inflamación asociada a la obesidad, además impacta en el neurodesarrollo, detalló el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado, al dar a conocer el proyecto de investigación.
Yolanda Sanz, quien coordina el grupo de Ecología Microbiana, Nutrición y Salud del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA) de Valencia, explicó que comprobaron que una dieta poco saludable redujo la diversidad de microbiota e incrementó la presencia de bacterias inflamatorias.
Según el estudio, niños que inicialmente tenían un peso normal y que registraron aumento de ese grupo de bacterias en cuatro años, desarrollaron sobrepeso.
“Identificamos cómo la microbiota intestinal regula el metabolismo de nutrientes y el balance energético en el organismo humano, y cómo la dieta, a través de su influencia en la microbiota, puede contribuir a reducir el riesgo de padecer enfermedades asociadas a la obesidad y al estrés”, apuntó la especialista.
El equipo de trabajo también analizó cómo la cantidad y tipo de proteínas influyen en dichos procesos. Trabajaron con voluntarios con sobrepeso y concluyeron que las dietas ricas en proteínas son efectivas para perder peso, pero aumenta la proporción de productos proteicos que al llegar al intestino grueso son metabolizados por la microbiota del colon y generan compuestos tóxicos.
Por primera vez, afirmó Yolanda Sanz, descubrimos que la cantidad y calidad de proteínas de la dieta es importante, porque da lugar a la producción de un mayor o menor número de metabolitos tóxicos para el riñón, resultado de la actividad de la microbiota.
El grupo científico también analiza las variables ambientales y estilos de vida, ya que mencionaron que en modelos experimentales se ha demostrado que la microbiota es responsable de la depresión asociada a la obesidad.
La experta del CSIC agregó que algunas bacterias han demostrado regular vías endocrinas, neurales e inmunológicas claves, por lo que como parte de su estudio están generando un biobanco de bacterias intestinales humanas “que podrá ser explotado para combatir la obesidad y las complicaciones metabólicas y mentales asociadas y para otras futuras aplicaciones en nutrición y en la práctica clínica”.