México, (Notimex).- Comer dos kiwis una hora antes de dormir aumenta el tiempo total de sueño e incrementa su eficiencia; lo mismo ocurre tras dos semanas de consumo diario de 200 miligramos de cerezas, ingesta que además disminuye el número de despertares y la queja de insomnio.
Esto es así por la seratonina y el ácido fólico que contiene el kiwi y por la melatonina y el triptófano de las cerezas, explicó Yoali Arana, coordinadora del Centro de Sueño y Neurociencias e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Refirió que contrario a ello, existen alimentos que merman la calidad del sueño, tal es el caso de los carbohidratos procesados, en comparación con los que provienen de fuentes naturales. Otro ejemplo son los alimentos con alto índice glucémico –aquellos que elevan con rapidez los niveles de glucosa en la sangre– que ingeridos cuatro horas antes de ir a la cama reducen el sueño de ondas lentas.
El alto consumo de bebidas azucaradas, el no desayunar y los ayunos prolongados –permanecer más de seis horas sin consumir alimento– disminuyen el tiempo total de sueño y aumentan el tiempo del sueño ligero; asimismo, el bajo consumo de proteínas repercute en la calidad de sueño y aumenta el tiempo que la persona tarda en dormirse.
La especialista adscrita al Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital ABC alertó que las dietas muy bajas en carbohidratos, al ser llevadas por tan sólo dos días disminuyen el sueño de ondas lentas, que es la etapa que provee el mayor descanso, y de mantenerse por cinco días afectan el sueño de movimientos oculares rápidos que está relacionado con el aprendizaje, la memoria, la resolución de problemas y la toma de decisiones estrategias.
En cambio, la dieta mediterránea, rica en vegetales, frutas, granos enteros, frijoles, frutos secos, semillas y aceite de oliva, se asocia con una mejor calidad de sueño en personas adultas.