Matamoros (México), (EFE).- La segunda prueba de vuelo del cohete Starship, realizada desde Starbase, Boca Chica, Texas, frontera con México, volvió a congregar este sábado a cientos de mexicanos en la desembocadura del río Bravo en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
Los habitantes de la ciudad mexicana, ubicada en la frontera norte, presenciaron el despegue y quedaron impresionados por los avances de SpaceX, caso contrario en la ciudad porque los residentes se asustaron porque el lanzamiento provocó que retumbara la tierra.
Después de que se aplazara la salida del cohete más potente del mundo, fijado en primera instancia para el viernes, este sábado, a las 07:00 hora local (13:00 GMT), se realizó el lanzamiento que disfrutaron los residentes de la región fronteriza de México y Estados Unidos, unos al borde las lágrimas por la impresión.
Este sábado, el cohete gigante Starship, de la firma Space X, despegó pero unos minutos después perdió el propulsor y luego se autodestruyó tras fallas en la señal.
Los controladores de esta nave, la más grande y potente del mundo y con la que cuenta la NASA para regresar a la Luna, perdieron contacto con ella cuando llevaba unos 9 minutos de vuelo, a lo que siguió una gran nube de humo.
Estaba previsto que el monumental cohete diera una vuelta casi completa a la Tierra, en el plazo de una hora y media, antes de caer en el Pacífico, cerca de Hawái.
Despegue de emociones
“Fue algo increíble, valió la pena la espera. Es impresionante ver cómo despega el Starship junto con el Súper Heavy. La verdad que fue algo impactante, lo sientes, vibras, escuchas, estaba queriendo llorar de la emoción”, declaró a EFE, Gilberto Juárez.
A kilómetros de distancia del punto de reunión, los ciudadanos en Matamoros reportaron en redes sociales una especie de ‘temblor’ que hizo vibrar las estructuras de las viviendas, ocasionando que algunos despertaran desconcertados y salieran de sus casas un tanto asustados.
Los asistentes no perdieron detalle del acto, desde que se encendió la nave comenzaron a grabar con sus teléfonos celulares cada instante del acontecimiento, el segundo que ocurre en el año y que causó expectación, además del asombro entre los fronterizos y provenientes de diversos municipios de la entidad.
“Se me pusieron los pelos de punta, la vibración del sonido, como la explosión. Es algo mágico lo que es la ingeniería del ser humano, cómo llegamos en menos de 100 años a tratar de volar a llegar al espacio”, expresó Héctor Escamilla.
Los ensayos que ha desarrollado SpaceX desde el sur de Estados Unidos han sido el marco ideal para la convivencia de las familias en el litoral del Golfo de México y va en aumento el interés de personas de todas las edades por acudir a la zona para contemplar los lanzamientos.
“Fue muy diferente a la primera (prueba) porque la primera batalló en subir. Se vieron mejoras. Se siente mejor la vista por el lado del mar, muy diferente, como dicen de aquel lado que aquí tienen mejor vista”, dijo el adolescente, Ángel Uriel Santos.
Incertidumbre
Aunque para muchas personas el evento fue ‘extraordinario’, en la zona urbana de Matamoros las familias se cuestionan si los despegues pudieran causar afectaciones en la región, ya que a diferencia del primer lanzamiento, en este la vibración, nunca antes registrada, alcanzó prácticamente todos los sectores.
El Starship esperaba alcanzar velocidades cercanas a la orbital en esta vuelta a la Tierra, para estar mucho más cerca de aprovechar completamente su potencial.
La compañía de Elon Musk no logró su meta de alcanzar una órbita cercana con esta nave, que junto con el cohete propulsor mide 121 metros de altura (equivalente a más de 35 pisos).
Según SpaceX, Starship será un sistema de transporte reutilizable diseñado para transportar tripulación y carga a la órbita de la Tierra, la Luna, Marte y “más allá”.
La FAA por su parte señaló que investigará la “pérdida” del cohete de hoy y de forma preliminar dijo que no ha causado lesiones a personas ni daños a la propiedad.