Ciudad de México, (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este viernes que fue una “trampa” el atentado que causó la muerte de cuatro militares y heridas a nueve este jueves en Michoacán, estado del occidente del país que afronta una ola de violencia del crimen organizado.
“Lamentamos mucho este crimen, fue en la Tierra Caliente, en Aguililla, en una comunidad. Se enteraron de un campamento y fueron a un campamento, hasta donde pudieron llegar, lo hicieron en vehículos, luego caminaron”, detalló el mandatario en su conferencia matutina.
“Pero de regreso ya no tomaron el mismo camino, sino otro, y ahí en la maleza había una trampa, un explosivo y venían juntos y por esa explosión ahí mismo falleció un militar, y luego (a otros) heridos los atendieron, pero no pudieron salvarlos”, agregó.
Una fuente del 65 Batallón de Infantería dijo el jueves a EFE que la emboscada ocurrió alrededor de las 11.00 horas (17.00 GMT) en un camino que une los municipios de Coalcomán y Tepalcatepec, en la región montañosa de la sierra madre del sur en el estado de Michoacán.
En un principio, expuso que en este sitio, un grupo de presuntos sicarios disparó rifles de asalto y utilizó drones con cargas explosivas contra un convoy militar que realizaba operaciones contra el crimen organizado, aunque el presidente solo habló de la “trampa”.
En esta región de Michoacán operan el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Caballeros Templarios y el Cártel de Tepalcatepec, éste último encabezado por el narcotraficante Juan José Farías Álvarez ‘El Abuelo’, uno de los principales perfiles que infiltraron los civiles grupos de autodefensa creados en 2013.
En Michoacán operan al menos 14 cárteles del narcotráfico que mantienen una lucha que ha causado alrededor de 300 homicidios violentos tan solo en los primeros 60 días de 2024. EFE
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