Ciudad de México, (EFE).- El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió este viernes a los mexicanos en Estados Unidos que no voten por políticos que estén “en contra de México” después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el envío de 1.000 elementos de la Guardia Nacional a Texas.
El jefe del Estado mexicano reiteró que DeSantis se retiró de la contienda presidencial interna del Partido Republicano tras caer en las encuestas por su retórica antiinmigrante.
“Miren cómo le fue, si ya tuvo hasta que declinar. Y le diría yo nada más a los mexicanos y a quienes tienen origen mexicano que no voten por ningún candidato del partido que sea en Estados Unidos que esté en contra del pueblo de México”, expresó en su conferencia matutina.
Sus declaraciones se producen después de que DeSantis anunció el jueves que enviaría efectivos adicionales de la Guardia Nacional y de la Estatal a la frontera de Texas con México para “ayudar” a este estado en “sus esfuerzos por detener la invasión por la frontera sur”.
López Obrador ha adjudicado la presión sobre migración a las elecciones presidenciales de este año en México y en Estados Unidos, donde tanto el presidente Joe Biden como el exmandatario Donald Trump (2017-2021) han prometido cerrar la frontera por la saturación migratoria.
El gobernante mexicano manifestó que “es una gran mentira que los migrantes sean una amenaza para Estados Unidos” y “lo que es una verdad es que ese país se convirtió en una gran nación por los migrantes”.
“Hay como 40 millones de mexicanos en Estados Unidos, nos vamos a estar dirigiendo a ellos. Primero, no se debe votar por un partido que utilice a México para hacer campaña, que no se utilice ninguna mentira en contra de México para hacer campaña”, indicó.
También pidió a los mexicanos en Estados Unidos que vigilen qué candidato presidencial prometerá regularizar a los cerca de 10 millones de migrantes indocumentados que habitan en ese país.
“Que todos los mexicanos de Estados Unidos ayuden porque es una gran injusticia, es inhumano tener de rehenes a quienes van a buscarse la vida, a quienes van a trabajar, no regularizando su situación”, comentó.
La presión también se ha elevado después de que las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 300.000 migrantes en la frontera con México en diciembre, una cifra récord en los últimos tres años, según divulgó la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) en enero.