Los camareros que se tocan la mascarilla y otros cuatro grandes momentos de Trump

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El presidente de EE.UU., Donald J. Trump, regresa a la Casa Blanca en Washington (EE.UU.), hoy 15 de septiembre de 2020. EFE/EPA/Yuri Gripas

Washington, (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, participó este martes en un encuentro con votantes en el estado clave de Pensilvania que fue televisado por la cadena ABC y que dejó varios grandes momentos, como la alusión a los camareros que se tocan la mascarilla mientras atienden a clientes.
El famoso periodista George Stephanopoulos se encargó de moderar el evento, en el que los votantes pudieron formular preguntas.

A LOS CAMAREROS NO LES GUSTAN LAS MASCARILLAS
Julie Bart, una vecina de Gibsonia (Pensilvania) y que votó por la demócrata Hillary Clinton en 2016, preguntó al presidente por qué no llevaba mascarilla más a menudo para frenar el virus.
Trump, que al principio de la pandemia se mostró escéptico sobre el uso de tapabocas, dijo que sí usa esa protección cuando visita hospitales y añadió: “Eso sí, por cierto, a mucha gente no le gusta llevar mascarillas. Hay mucha gente que piensa que las mascarillas no son buenas”.
Ante ello, Stephanopoulos preguntó al mandatario: ¿quién es esa gente?
“Los camareros”, respondió Trump, quien añadió: “Ellos vienen y te sirven y llevan una mascarilla. Lo vi el otro día, ellos me estaban atendiendo y jugando con una mascarilla. No los culpo. Solo digo que ocurre”.
“El concepto de una mascarilla -siguió- es bueno, pero también, constantemente estás tocándote la cara y los platos. Esta es gente que piensa que las mascarillas no son buenas”.

CHURCHILL Y LOS BOMBARDEOS NAZIS
En otro momento, Trump se comparó con el ex primer ministro británico Winston Churchill, famoso por su liderazgo durante la Segunda Guerra Mundial, para justificar por qué minusvaloró intencionadamente en febrero y marzo pasados la pandemia a sabiendas de su gravedad, según ha revelado el libro “Rage”, del periodista Bob Woodward, publicado hoy.
“Por supuesto que le resté importancia. Cuando Churchill estaba en lo alto de un edificio y los nazis estaban lanzando bombas, él dijo: ‘vamos a estar bien”, afirmó el presidente.
La comparación de Trump con Churchill es inexacta, dijo a la cadena ABC el historiador Jon Meacham, autor del libro “Franklin and Winston”.
Para ilustrarlo, Meacham acudió a una cita del propio Churchill: “El pueblo británico puede enfrentarse a cualquier desgracia con fortaleza y optimismo siempre que esté convencido de que quienes están a cargo de sus asuntos no los están engañando o no están viviendo en un paraíso de tontos”.
A pesar de lo que dicen sus propios asesores, Trump insistió en que el virus “desaparecerá con el tiempo” y consideró que su respuesta a la pandemia fue la adecuada y no se cometieron errores pese a que EE.UU. ya supera los 195.000 fallecidos y los 6,6 millones de contagios.

LOS GENERALES, “EMPLEADOS DESCONTENTOS”
Además, el mandatario se puso a la defensiva cuando Stephanopoulos le preguntó sobre los comentarios del general James Mattis, su ex secretario de Defensa, y de su ex asesor de Seguridad Nacional John Bolton, quienes en el pasado han asegurado que Trump “no es apto” para la Presidencia.
En respuesta, el presidente consideró que Bolton, Mattis y el general John Kelly, su ex jefe de gabinete, son “empleados descontentos”.
“Mattis, era un general altamente sobrevalorado. No hacía su trabajo. No hacía su trabajo con el Estado Islámico (EI)”, arremetió el mandatario, quien además afirmó que Bolton “lo único que quería era hacer volar a la gente por los aires”.

ESQUIVA EL PROBLEMA DEL RACISMO
Uno de los intercambios que más atención captó fue con del pastor afroamericano Pastor Carl, quien cuestionó a Trump por el significado de su eslogan de campaña “Make America Great Again” (“Hagamos que EE.UU. sea grande de nuevo”) y le preguntó: “¿Cuándo EE.UU. fue grande para la comunidad negra?”.
Además, citando la historia de segregación y racismo de EE.UU., Carl dijo a Trump que “aún tiene que abordar o reconocer que existe un problema racial en Estados Unidos”.
“Espero -contestó Trump- que no haya un problema racial. Te puedo decir que no hay ninguno conmigo porque yo tengo un gran respeto por todas las razas, este país es grande por ello”.
Sin embargo, el mandatario no reconoció en ningún momento que haya racismo en las instituciones de EE.UU. y, al contrario, consideró que hay que dar “todo el apoyo necesario a la Policía”.
Asimismo, criticó a quienes desde hace semanas protestan en las calles contra la violencia policial hacia los afroamericanos y comparó las imágenes de las manifestaciones con Berlín en llamas durante la Segunda Guerra Mundial.

UN PLAN MIGRATORIO “EN MUY POCO TIEMPO”
Además, Trump aseguró que revelará un plan migratorio “en muy poco tiempo”, algo que ya prometió en julio pasado pero que no cumplió.
En su campaña para las elecciones de noviembre, Trump ha recurrido al mensaje antimigratorio que le llevó al poder en 2016 y ha insistido en su voluntad de deportar a los inmigrantes indocumentados y acabar con las “ciudades santuario” que los protegen, al mismo tiempo que ya ha implementado grandes cambios en el sistema de asilo.