La Habana, (EFE).- Cuba se alzó por todo lo alto después de que sus seis boxeadores ganaron sus combates correspondientes, y que los bicampeones olímpicos, Julio La Cruz y Arlen López, lograron los títulos mundiales de los pesados y semipesados, respectivamente, en el primer torneo profesional en la isla en décadas.
En un Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana lleno, cada uno de los pugilistas isleños cumplió los pronósticos ante su público en la llamada Noche de los Campeones, organizada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, por sus siglas en inglés).
El evento se realizó para conmemorar el aniversario 50 del Campeonato Mundial de Boxeo Aficionado, organizado en la capital cubana.
La pelea principal no decepcionó. El abanderado de Cuba en París 2024, Julio César La Cruz, se adjudicó el cinturón de los pesados de la IBA después de derrotar sin problemas, y por decisión unánime, al uzbeko Madiyar Saydrakhimov. El insular hizo alarde de su clásico estilo defensivo y mareó a su rival con jabs constantes y certeros durante los 10 asaltos.
Arlen López, por su parte, obtuvo el título semipesado después de dejar fuera de acción al dominicano José Luis Tejeda en el tercer asalto, culminado por nocaut técnico. Originalmente, López debió pelear contra el bielorruso Aliaksei Alfiorau pero se cambió al rival en las últimas horas sin que la IBA explicase el porqué.
La otra gran pelea de la noche, fuera de las dos disputas por los cinturones, fue la del único medallista de oro cubano en París 2024, Erislandy López (63,5 kilos, superligero).
El joven de 23 años dio una muestra de su gran boxeo ofensivo ante el colombiano, José Ignacio Muñoz y se hizo con la victoria por decisión unánime. En el programa original, López se debió enfrentar al uruguayo Eduardo Estela pero también fue cambiado en las últimas horas.
Los cubanos Saidel Horta (57 kg, peso pluma) y Lázaro Álvarez (superligero) también lograron triunfos por decisión unánime ante el ruso Ruslan Belousov y el uzbeko Mujibillo Tursonov, respectivamente. Mientras que el isleño Roniel Iglesias (wélter) derrotó al armenio Gurgen Madoyan por decisión dividida.
Tras el arribo al poder de la revolución en 1959, con Fidel Castro a la cabeza, el país prohibió el deporte profesional.
Desde entonces, el boxeo aficionado tomó fuerza hasta el punto de colocar a la isla como la segunda potencia histórica del pugilismo en los Olímpicos, con 80 medallas.
En París 2024, sin embargo, los boxeadores cubanos quedaron a deber por primera vez en décadas, y solo consiguieron un oro y un bronce. La Cruz perdió su primer combate contra el cubano nacionalizado azerbaiyano, Loren Alfonso. En 2022, Cuba volvió a permitir que sus pugilistas participasen en circuitos profesionales.