Ciudad de México, (EFE).- Debido a su alta aportación proteínica al cuerpo humano, el amaranto, cuyo nombre en náhuatl, huhtli, significa “la partícula más pequeña dadora de vida”, debe considerarse un alimento altamente nutritivo y no sólo una golosina, señaló la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México.
El cereal, nativo de México y Centroamérica, contiene más proteínas que el maíz y el arroz y 80 % más que el trigo, además , aporta vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, ácido fólico, calcio, hierro y fósforo, y es una fuente rica de aminoácidos como la lisina,
Esta composición “lo caracteriza como el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano”, indicó el director de Organización para la Productividad de la Sader, Héctor Robles Berlanga.
También destacó que se tiene el registro de 592 productores de este cereal en los estados de Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Morelos y una parte de ellos participan también en la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT).
Durante la conferencia “Amaranto: ¡Más que una alegría, un alimento ancestral!”, que se celebró en el marco del Día Nacional del Amaranto (el 15 de octubre), el funcionario recordó que el cereal forma “parte de los 50 alimentos del futuro”, clasificados así por el Fondo Mundial por la Naturaleza, en alianza con empresas y líderes en nutrición y sustentabilidad.
Esto junto con el camote, la flor de calabaza, las lentejas, la quinoa, la jícama, la moringa, el ajonjolí, la espinaca, la col morada y otros, y todos son vegetales.
“Su característica es que son nutritivos, accesibles, saben bien, tienen bajo impacto en nuestro planeta, en comparación con los alimentos cárnicos, y están disponibles en una amplia variedad de países, entre ellos México”, expuso.
Además, dijo, “representan la posibilidad de diversificar y enriquecer la dieta de las personas”, pues actualmente el 75 % de la alimentación global “se integra por sólo 12 especies de plantas y cinco de animales, lo cual implica una alimentación pobre en nutrientes y sabor y con afectación negativa a los suelos”.
El amaranto destaca especialmente por su bajo impacto ambiental, ya que puede ser cultivado en cualquier lugar sin requerir mucha agua e incluso logra crecer en condiciones de sequía.