México, (Notimex).- Si bien la esquizofrenia es poco frecuente antes de los 13 años de edad, los menores con este trastorno mental viven una realidad distinta al resto de la población y sufren además de estigmatización.
La razón es porque es una afección muy grave que deteriora todas las áreas del funcionamiento cerebral, explicó la presidenta de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil, Rosa Isela Mezquita Orozco.
Esto deteriora la percepción, el pensamiento, las emociones y la conducta de los menores, lo cual los conduce a problemas en su entorno familiar, escolar y social, comentó Mezquita Orozco.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la esquizofrenia afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo, pero no es tan frecuente como otros trastornos mentales.
Es más habitual en hombres, 12 millones, que en mujeres, nueve millones y, de acuerdo con este organismo internacional, los varones tienden a padecerla a una edad más temprana.
En los niños es todavía menos común porque afecta a 0.1 por ciento a nivel mundial, aseveró la especialista.
Mezquita Orozco apuntó que la causa de la esquizofrenia es incierta, sin embargo, puede estar relacionada con los antecedentes genéticos y una serie de inconvenientes al nacer, como falta de oxigenación, infecciones y transfusiones sanguíneas.
“No quiere decir que todos ellos vayan a desarrollar el trastorno, pero sí existe un grado de vulnerabilidad, sobre todo cuando el cerebro es más frágil”, expuso la psiquiatra.
Refirió que los signos de alerta dependen de la edad y pueden cambiar de manera gradual con el avance del padecimiento, pues en los niños hay pérdida del lenguaje y las pocas palabras usadas son en forma de eco.
También muestran algunos problemas motores y de aprendizaje dentro del aula de clases, al aislarse de sus compañeros y comportarse de manera tímida y retraída, pierden interés por las actividades y manifiestan conductas extrañas.
La especialista enfatizó que los síntomas suelen confundirse con depresión, déficit de atención, enojo, irritabilidad, trastorno bipolar e incluso son asociados con problemas de bullying, por ejemplo.
“Los papás y maestros pueden pensar muchas cosas y dar sus teorías, pero se le debe poner mucha atención a esto”, subrayó la presidenta de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil.
En etapas posteriores, indicó, los pequeños pueden presentar alucinaciones visuales porque ven y hablan con personas que suelen acercarse a ellos. “Aunque saben que tienen conductas extrañas, prefieren callar y mucho después decirlo a sus papás”, argumentó.
Los pacientes sufren además alucinaciones auditivas y, cuando éstas son de comando u orden, pueden llevarlos al suicidio porque alguien les dice: “mátate”, “nos sirves para nada”, “nadie te quiere” y “para qué estás en el mundo”, entre otras.
Mezquita Orozco comentó que la esquizofrenia conduce a interpretar la realidad muy diferente al resto de las personas, lo cual indica que se ha alterado su juicio y capacidad para evaluar su entorno.
Resaltó que el diagnóstico y tratamiento tempranos son muy importantes en el control del padecimiento, y acotó que los niños necesitan a menudo un programa de atención integral y personalizado, con apoyo de fármacos y terapia individual y familiar.
“En el proceso de rescate es muy importante el apoyo de los papás y la escuela porque al tener conductas extrañas son socialmente estigmatizados y discriminados”, añadió la entrevistada.